Además, el aforo de las tiendas estará controlado por el responsable de cada una de ellas, apoyado cuando proceda por "la persona o el agente de seguridad privada designado por éste". Incluso en el exterior de cada supermercado, junto a la entrada estará marcada "una distancia mínima de un metro" para que los clientes que aguardan su turno respeten dicha separación, que también deberá cumplirse en el interior del local.
Sobre el surtido, desde Mercadona han insistido en que permanecerán abastecidas las tiendas con normalidad y se reforzará "el suministro de productos básicos y de primera necesidad". En este sentido, un comunicado sindical al que ha tenido acceso Efe precisa que el aforo oscilará entre los 100 y los 200 clientes aproximadamente en función del tamaño de cada tienda. Además, se dejará de vender en algunas secciones como el área de comida preparada ("Listo para comer"), jamón al corte o el punto de acabado en la categoría de carnicería.
De cara a los clientes, Mercadona ha informado en su comunicado que difundirá en sus establecimientos y redes sociales una serie de consejos, entre ellos que acuda una sola persona por acto de compra, que no se vaya nada más abrir sino a lo largo del día, que se llene la cesta "con agilidad y rapidez", que se pague con tarjeta y que no se adquieran productos para almacenar "innecesariamente". Para su plantilla, la empresa ha adoptado medidas destinadas a "la salud y seguridad", entre las que se incluyen la entrega de "utensilios de higiene y prevención necesarios" y el refuerzo de los procesos de limpieza y desinfección de las instalaciones a través de "servicios externos".
La batería de medidas adoptada por la cadena -el grupo de distribución más importante del país con una cuota de mercado superior al 25 %- se enmarca dentro de la crisis provocada por la propagación del coronavirus, que ha llevado al Gobierno a decretar el estado de alarma. La semana pasada ya se registraron en supermercados de todo el país largas filas y aglomeraciones en las tiendas, lo que provocó rupturas puntuales de "stock" (estanterías vacías) pese a los llamamientos del sector para garantizar a los consumidores que el abastecimiento de alimentos está asegurado