Félix Millet es el primero de los acusados que presta hoy declaración en el juicio por el saqueo del Palau de la Música, a propuesta de la Fiscalía, en un interrogatorio en el que solo ha aceptado contestar a las preguntas del ministerio público y de sus abogados.
Como ya hiciera en la carta que remitió al juzgado al estallar el escándalo, el acusado ha admitido que cargó a las cuentas de la Fundación Orfeó Català obras en su domicilio, pero ha insistido en que, hasta lo que él sabe, esas facturas nunca fueron pagadas con fondos del Consorcio del Palau de la Música, que vehicula las subvenciones públicas destinadas a la entidad cultural.
"Me equivoqué", ha señalado repetidamente Millet tras admitir que desvió fondos del Palau de la Música a las obras de sus domicilios, al pago de algunos de sus viajes y a las bodas de sus hijas, ceremonias que, sin embargo, ha precisado que también entendía daban publicidad al Palau de la Música.
El expresidente de la Fundación ha reconocido también que junto a su mano derecha se autoadjudicó retribuciones extras millonarias durante años, que cobraron a través de empresas administradas por sus esposas, pero ha apuntado que merecía ese aumento salarial por haber logrado reflotar la entidad cultural cuando esta estaba a punto de la quiebra.
Fèlix Millet se ha desmarcado del día a día contable en la financiación de la entidad cultural, que ha atribuido al que fuera su mano derecha, Jordi Montull.