Mónica Oltra pide no equiparar los escraches contra desahucios con el acoso fascista
Mónica Oltra ha instado a no equiparar los escraches de quienes dijeron "basta" a los suicidios de personas desahuciadas por bancos rescatados con dinero público con el acoso y las amenazas fascistas que ella y su familia sufrieron en su domicilio.
En la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, Oltra ha asegurado que ella no sufrió un escrache en su domicilio, sino que unos fascistas con máscaras del asesino en serie de la película "Scream" y poniendo el himno nacional con la letra franquista trataron de "amenazar y amedrentar".
Para Oltra, eso no es comparable "con las reivindicaciones de un colectivo social que en un momento dado dijo 'basta' a que en este país la gente se suicidara tirándose por las ventanas porque los bancos los estaban tirando de sus casas mientras se les rescataba con dinero público".
"Quien compare esto le da cobertura al fascismo en esta sociedad, y por tanto está alimentando una de las mayores amenazas que puede tener la democracia", ha afirmado la vicepresidenta, quien ha advertido de que así se da "cobertura a nazis y fascistas que van a una manifestación pacífica y le abren la cabeza a la gente", en alusión a lo ocurrido el pasado 9 d'Octubre en Valencia.
Tampoco ve comparable los hechos que ocurrieron frente a su casa con las camisetas que ella lució como diputada de Les Corts con la cara del entonces president de la Generalitat Francisco Camps y el lema "Se busca", y que hoy ha recordado la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz.
Tras precisar que en su camiseta ponía "Se busca solo vivo" (en inglés), ha defendido que aquello fue un "elemento de reivindicación" que se puso en Les Corts "con la cara descubierta y delante de todo el mundo", porque el Consell del PP "sistemáticamente eludía el control parlamentario".
Sobre la denuncia presentada por la Generalitat por estos hechos ha dicho que se siente muy bien representada por la Abogacía de la Generalitat y por el Ministerio Fiscal, por lo que no ejercerá la acusación particular aunque esté en su derecho de hacerlo, y ha señalado que tampoco incrementará su seguridad como cargo público.
La vicepresidenta, quien ha insistido en que lo que vivió el otro día en su casa no fue un escrache, ha afirmado que ella los ha sufrido por parte de colectivos que tenían una reivindicación determinada y su respuesta siempre ha sido darles la palabra y atenderlos, tras lo cual se han ido pacíficamente.