Correos ha intervenido una carta con dos proyectiles dirigidos a la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso en San Cugat (Barcelona). La información que adelantan El País y El Confidencial revela un nuevo caso de amenazas parecido al que han sufrido Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska o más recientemente Reyes Maroto.
Según fuentes del Ministerio de Interior, se ha detectado la carta dentro de los sistemas de seguridad de Correos en el centro de distribución de Sant Cugat. Este sobre contendría dos proyectiles y estaba dirigido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Por otro lado, estas mismas fuentes apuntan que en el los sistemas de seguridad de Correos en el Centro de Tratamiento Automatizado (CTA) de Vallecas se ha detectado otro sobre, con destino a la Directora de la Guardia Civil, que contendría en su interior cuatro proyectiles de bala.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estados se encuentran investigando los hechos y el Ministerio de Interior ha condenado estas amenazas.
Ayuso no le da importancia
La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha referido a este hecho en una entrevista televisiva en la que ha expresado que: "A esto hay que darle la importancia que tiene, ninguna. Esta gente busca su minuto de oro".
Los rivales políticos de Ayuso condenan las amenazas
Edmundo Bal y Mónica García, dos de los candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid y rivales políticos de Isabel Díaz Ayuso, han condenado estas amenazas en sus redes sociales. También lo ha hecho Ángel Gabilondo, candidato del PSOE en Madrid.
Se desconoce el autor de las anteriores amenazas
Todavía se siguen buscando a los autores del resto de las cartas amenazantes que recibieron el vicepresidente, el ministro de Interior y la jefa de la Guardia Civil, mientras que ya se identificó al hombre que le envió la carta a la ministra de Turismo. Se trataba de un vecino de El Escorial (Madrid) diagnosticado con esquizofrenia.
La empresa Correos ha abierto un expediente a la empresa encargada de la seguridad que permitió el envío de las cartas a Marlaska, Iglesias y Gámez. También la retirada inmediata del servicio al trabajador que no detectó que los sobres tenían balas.