"No solo estoy privada de la libertad, estoy muerta política, económica y socialmente", ha dicho Munar, con la voz entrecortada, ante el jurado que la juzga por el presunto cohecho pasivo de Can Domenge, en el que la Fiscalía y el Consell de Mallorca piden que sea condenada a 4 años de prisión y que pague 7 millones de multa.
Munar, que en la actualidad está en prisión por dos condenas anteriores de presunta corrupción, a preguntas de su abogado ha puntualizado que cuando reclamaron el dinero a la empresa que concurría al concurso para construir viviendas en el solar de Can Domenge, creyó que era a beneficio de Unió Mallorquina. "Yo pensaba que todo era para el partido", ha asegurado.
"Estoy muy arrepentida y por esto he intentado que mi familia aportara una cantidad para paliar el hecho y no tengo ningún otro bien, tengo todos mis bienes embargados, la herencia de mi padre, todo lo que he ganado, no tengo absolutamente nada", ha dicho sobre los 150.000 euros que ha consignado ante la Audiencia de Palma como reparación del daño.
"Yo he querido declarar para que quedara constancia de que los hechos se han producido, ahora lo conozco todo, estoy de acuerdo y me arrepiento muchísimo", ha insistido Munar, que ha dicho no saber quien fijó la cuantía a reclamar, ni ha respondido al fiscal cuánto le correspondió a ella o dónde lo guardó.
"Pido perdón por todo lo que ha pasado, si no he confesado antes es porque no he podido", ha dicho Munar, que ha explicado que hace un año aproximadamente que decidió "cooperar con la Justicia y declarar" por este caso.
El exvicepresidente del Consell de Mallorca, también acusado, ha declarado por su parte que "nada se hubiera hecho sobre este asunto en el Consell sin el consentimiento de la presidenta". "Yo informaba diariamente a la señora Munar de con quien comía", ha añadido sobre las reuniones que mantuvo con personal de Sacresa. Nadal ha admitido que había "caja b" en UM.