Tras días de fuerte tormenta entre los socios de la coalición, parece que llega la calma o al menos ciertos consensos con respecto a la reforma laboral. Este martes, Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha mostrado su posición favorable a que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lidere la mesa de esta operación: "No hay ningún inconveniente", ha destacado.
Sin embargo, ha puntualizado que lo importante es que haya "buena coordinación" dentro del Ejecutivo, ya que se aproximan a la "fase decisiva" de la negociación.
De la misma forma, la socialista ha querido quitar hierro al asunto tras los últimos días afirmando que "no hay ningún tipo de debate" con respecto a la "sustancia", sino sobre "el método". "Estamos, sobre todo, hablando de la metodología, sobre cómo vamos a organizarnos de aquí a final de año para lograr ese deseado acuerdo", ha recalcado durante la clausura la XVIII Jornada Nacional de Periodismo, organizada por la Asociación de Periodistas Europeos.
Calviño ha hecho alusión a los mismos términos que utilizó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistiendo en que "todo el Gobierno" está implicado con la reforma laboral porque se trata de un compromiso de la investidura y que está recogido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, enviado a las instituciones europeas. "Todo el Gobierno está comprometido con una reforma laboral que nos permita recuperar los consensos rotos en la última década", ha determinado.
Los objetivos son reducir la temporalidad y el paro estructural y juvenil
La ministra de Asuntos Económicos ha manifestado que el objetivo común de la coalición es basarse en el diálogo social, argumentando que para que las reformas sean eficaces y perduren en el tiempo, deben contar con el "máximo apoyo social posible".
Los planes del Gobierno son erradicar la precariedad laboral y reequilibrar las relaciones entre los agentes sociales en la negociación colectiva y mejorar la calidad del empleo. En términos de Calviño, "europeizar" el mercado laboral español, reduciendo la temporalidad excesiva, el paro estructural y el juvenil.
En este sentido, ha añadido que hay "total claridad" sobre las cuestiones a abordar, como es la simplificación de los contratos y garantizar que el contrato indefinido sea un contrato habitual, reducir la temporalidad, reequilibrar la negociación colectiva y tener una regulación adecuada de las subcontratas que "erradique la precariedad y que garantice que no se produce una devaluación salarial y una competencia a la baja que deteriore las condiciones laborales".