Pablo Iglesias ha comenzado una nueva etapa de su vida profesional y desde mañana no podrá cobrar los 5.316 euros al mes de pensión pública que le corresponde como ex vicepresidente de Sánchez ya que comenzará a trabajar como colaborador en varios medios de comunicación y como investigador en la Universidad Oberta de Cataluña (UOC).
En esta nueva etapa, según una información que publica este lunes el diario 'El Mundo', a Pablo Iglesias se le ha visto varias veces comiendo en el discreto apartado de un restaurante peruano en Madrid con diferentes personalidades, como el empresario catalán Jaume Roures. El reservado preferido de Pablo Iglesias está en el restaurante El Caral, en el distrito madrileño de Retiro, y es revisado hasta por seis escoltas antes de la llegada del ex vicepresidente.
Radios, universidad, tele... los trabajos de Iglesias
Allí ha comido con el magnate catalán Jaume Roures, con el que tiene planes para volver a la televisión ya que el dueño de Mediapro le habría ofrecido a Iglesias liderar un programa de alto contenido social y con emisiones periódicas.
Pablo Iglesias dejará de cobrar los 5.316 euros al mes de pensión pública al comenzar su colaboración como tertuliano en dos radios, en RAC1 y en la Cadena Ser, donde participará en una debate con Carmen Calvo y José Manuel García Margallo. Iglesias podía disfrutar de esta pensión como máximo un año, dos meses y 18 días, el mismo tiempo que ejerció como vicepresidente.
Además, el exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno se incorpora este mes como 'analista del discurso político en redes sociales' a un proyecto llevado a cabo por un grupo de investigación adscrito a la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) donde cobrará unos 8.400 euros al año con una jornada laboral del 25%. También se acaba de incorporar en el consejo de redacción del medio digital 'Ctxt', donde ejercerá de columnista.
No vive en Barcelona
Algunos medios publicaban la semana pasada que Pablo Iglesias se había instalado en un piso de la Ciudad Condal donde viviría solo sin su pareja, la ministra de Igualdad, Irene Montero y sus tres hijos, algo que el ex vicepresidente ha negado y afirmó en 'Rac1' que se encontraba "Muy contento. Muy relajado".