En una entrevista en los micrófonos de Onda Cero, el ministro Óscar López realizó una llamativa comparación entre la posibilidad de que el Congreso inste al presidente del Gobierno a someterse a una cuestión de confianza y un hipotético referéndum de autodeterminación en Cataluña. Sus declaraciones, en respuesta a las preguntas del Carlos Alsina, toman relevancia tras aceptar el Gobierno que se tramite la cuestión de confianza.
El diálogo con Alsina
Alsina cuestionaba a Óscar López esa posibilidad de que el Parlamento debatiera y, en su caso, instara al presidente Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. El ministro argumentó que otorgar esta potestad al Congreso representa una dinámica compleja y cuestionable desde el punto de vista constitucional.
"Estamos hablando de aprobar una iniciativa que obliga al presidente del Gobierno a hacer algo. Por tanto, le estamos dando al Parlamento una potestad...", comentó López.
Alsina, interrumpiendo, planteó con perspicacia: "... que permite que este debata y, si acaso, inste al presidente". Y de nuevo López añadía: "No nos hagamos trampas. Entonces, ¿vale también el referéndum de independencia de Cataluña? Porque no tiene vinculación legal, pero lo hacemos. No, hombre, no nos hagamos trampas. La analogía, claro, es la misma: dejar que voten aunque no tenga validez".
Alsina le recuerda: "En Cataluña estaba prohibido por el tema constitucional..." y de nuevo replica López: "Y esto también, estamos hablando de las competencias que están delimitadas".
El intercambio dejó en evidencia el argumento del ministro, quien recalcó que ambos casos, el referéndum catalán y la cuestión de confianza impulsada por Junts, tienen problemas de constitucionalidad.
Esto suscita interrogantes sobre la postura del Gobierno respecto a propuestas que inicialmente consideran inconstitucionales, pero que, por circunstancias políticas, terminan siendo aceptadas. "Siguiendo la doctrina de Óscar López, la necesidad es lo que dota de constitucionalidad a los debates", comenta Rafa Latorre en su análisis en La brújula
La cuestión de confianza no es una prerrogativa menor, sino una herramienta excepcional en la vida política. Aunque Pedro Sánchez podría desoír al Congreso, el simple hecho de que la propuesta sea debatida evidencia la urgencia del Gobierno en un momento especialmente delicado, cuando se avecinan las negociaciones de los presupuestos generales.