Óscar López, actual ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, ha adquirido mucha relevancia dentro del PSOE en las últimas semanas, especialmente tras el Congreso Federal en el que sale postulado como el sucesor de Juan Lobato, el encargado de librar la gran batalla de Sánchez en Madrid frente a Ayuso.
De aliado a "traidor"
La crisis interna del PSOE en 2016 fue el punto de inflexión en la relación entre López y Sánchez. Durante la dimisión forzada de Sánchez como secretario general, López, quien inicialmente lo había apoyado, tomó distancia y decidió respaldar a Patxi López en las primarias de 2017. Inesperadamente, Sánchez se impuso a Susana Díaz y al ex lehendakari. Óscar López quedaba defenestrado. Este movimiento dejó una herida profunda en Sánchez, quien, tras recuperar el liderazgo del partido, relegó a López a un segundo plano. En sectores cercanos al presidente, se colgó el cartel de traidor a un Óscar López, que había sido una de las amistades que Sánchez forjó en el inicio de su militancia.
A los pocos días de que prosperara la moción de censura a Mariano Rajoy, que llevó a Sánchez a la Moncloa, en julio de 2018, en la embajada francesa en Madrid, López habría comentado en un círculo de políticos y empresarios que "este tío nos llevará al desastre", en referencia a Sánchez, según recoge Rosa Díez en su libro 'Caudillo Sánchez'.
La resurrección política: de Paradores a Moncloa
Sánchez, ya como presidente del Gobierno, unas semanas después de ese episodio que relata Rosa Díez, otorgó a López la presidencia de Paradores Nacionales, un puesto atractivo con un jugoso sueldo cercano a los 200.000 euros, lo que empezaba a sembrar la paz en su relación. Allí estuvo tres años. Su retorno a la primera línea política ocurrió en julio de 2021, cuando fue nombrado jefe de gabinete de Pedro Sánchez tras la salida de Iván Redondo, un cargo clave que marcó el perdón definitivo de Sánchez hacia su antiguo aliado.
Destino Madrid
Tras la salida de Escrivá, López ocupó el Ministerio de Transformación Digital y ahora parece el designado para sustituir a Juan Lobato en la dirección del PSOE-M. Este movimiento, de confirmarse, lo colocará al frente de la batalla política más relevante del país, más allá del Ejecutivo nacional: la Comunidad de Madrid.
La posible llegada de Óscar López al PSOE-M busca reforzar el sanchismo en la capital. López mantendría su cartera ministerial, un enfoque que ya se ha visto en otros territorios, como podría ser el caso de Pilar Alegría en Aragón, en detrimento de Lambán, otro de los cargos en el punto de mira de Moncloa.
Un anuncio, que no ha caído nada mal en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, ya que consideran que todo lo que sea un perfil sanchista favorece la movilización de su electorado.