Pablo Iglesias: "La participación ha estado por debajo de los deseos de los organizadores"
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha afirmado que la participación en la manifestación convocada este domingo en Colón por PP y Cs, y que ha contado con el apoyo de Vox, "ha estado por debajo de los deseos de los organizadores y de las expectativas generadas por los medios".
Sin embargo, ha avisado de que "la contrarrevolución reaccionaria es un movimiento ideológico profundo" en las sociedades, y de que no se trata de "un fenómeno español del momento".
Iglesias se ha manifestado así en un hilo de comentarios difundidos a través de su cuenta de Twitter, en el que ha reflexionado sobre la concentración de este domingo en Madrid contra la negociación del Gobierno socialista con los independentistas catalanes.
A su juicio, la situación europea e internacional empuja "esa reacción conservadora" que ha llevado a los tres partidos (PP, Cs y Vox) a manifestarse este domingo, cuyos líderes (Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, respectivamente) son "idénticos" en cuanto a su programa económico, al que ha denominado de "uberización".
También ha criticado el hecho de que los portavoces de la concentración hayan sido "referentes del periodismo de derechas" (en referencia a Carlos Cuesta, María Claver y Albert Castillón, que han leído el manifiesto) y no sus políticos.
LA MOCIÓN NO SE HIZO PARA HACER PRESIDENTE A SÁNCHEZ
Al margen de la manifestación, Iglesias ha insistido en que la moción de censura no fue un movimiento coyuntural para hacer presidente del Gobierno a Pedro Sánchez, "sino la señal para una nueva dirección de Estado y de país a construir entre muchos".
"Que el Gobierno no lo haya terminado de entender, explica su debilidad, su soledad y sus bandazos. Era obvio que ni la vieja guardia, ni los barones conservadores le iban a ayudar", añade, para señalar que la "alternativa" de país al "bloque reaccionario" de PP, Cs y Vox "sólo se puede construir desde políticas que recuperen el Estado del bienestar y que asuman gestionar la plurinacionalidad desde el diálogo sin exclusiones y no desde el poder judicial".
Igualmente, indica que el espacio político debe ser capaz de superar el "ensimismamiento" y asumir que, frente al "movimiento reaccionario" es necesaria toda la "fuerza social e institucional".
En sus comentarios también apunta al papel del feminismo para que haya ese cambio, al asegurar que "la revolución de las mujeres señala el camino democrático para España: menos desigualdad, más derechos, protección de la familia igualitaria y más tolerancia".
Y finaliza con una advertencia: "Es llamativo que todos los logros de los que presume el Gobierno se los arrancáramos nosotros gracias al poder que la gente nos dio. Si perdemos ese poder, España habrá perdido su herramienta más eficaz frente a la reacción".