El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, ha respondido a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, tras los comentarios de sobre su vivienda en Galapagar. En una jornada marcada por las tensiones dentro del bloque progresista, Iglesias ha pedido a Rodríguez que se disculpe por lo que considera una "salida de tono" durante su comparecencia en el Congreso.
A través de la red social 'X', Iglesias ha expresado su malestar por el comentario de la ministra, quien en respuesta a las críticas de Podemos sobre la gestión de sus propiedades, mencionó que sus tres viviendas "no valen ni la mitad del chalet de Galapagar". Esta referencia directa a la casa que Iglesias comparte con la también dirigente de Podemos y eurodiputada Irene Montero, ha desatado el enfado del exlíder del partido morado.
Iglesias ha respondido con un tono conciliador pero firme: "Todos nos podemos equivocar y tenemos derecho a disculparnos", escribió en su cuenta. A continuación, hace referencia a la presión mediática que su familia sufrió cuando adquirieron su casa en Galapagar, que fue objeto de intensos debates públicos y un escrutinio que Iglesias ha descrito en diversas ocasiones como acoso. "Ojalá en tu casa (que por suerte nadie ha mencionado nunca) no te hagan a ti y a tus hijos lo que nos hicieron a nosotros".
La respuesta de Isabel Rodríguez
La intervención de Iglesias llega tras una jornada agitada en el Congreso, donde Isabel Rodríguez intentaba defender las políticas del Gobierno en materia de vivienda frente a las críticas de Podemos y Sumar. En un día complicado para la ministra, que ha sido cuestionada por la falta de medidas más contundentes para enfrentar la crisis de vivienda, las acusaciones por parte de Podemos no tardaron en aparecer. En particular, Ione Belarra, líder de Podemos, calificó a Rodríguez de "rentista" por poseer tres viviendas, un término que el partido utiliza habitualmente para referirse a propietarios que obtienen beneficios del alquiler de múltiples propiedades.
Rodríguez, visiblemente molesta, no dudó en contestar y desviar el foco hacia Iglesias y Montero, mencionando que las críticas hacia su situación patrimonial eran desproporcionadas en comparación con lo que representa el conocido chalet de la pareja en Galapagar.
El famoso chalet
El chalet de Galapagar ha sido un tema recurrente de controversia desde que Iglesias y Montero lo adquirieron en 2018. La compra de esta vivienda, una lujosa propiedad en la sierra de Madrid, generó una ola de críticas por parte de sectores que consideraban incoherente que los líderes de una formación política que abogaba por la austeridad y la defensa de los más desfavorecidos vivieran en una casa de alto valor.
Para Iglesias y Montero, la compra del chalet representó un momento especialmente duro en su carrera política, no solo por el escrutinio público, sino también por el acoso que llegaron a sufrir ellos y sus hijos. La vivienda fue objeto de vigilias organizadas por grupos opositores, e incluso se produjeron manifestaciones en las inmediaciones del hogar familiar. Este episodio dejó una huella profunda en la pareja y ha sido mencionado en varias ocasiones como un ejemplo del desgaste personal que puede implicar la vida política.
