Los líderes del PSOE y el PP, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, inician este fin de semana, con cinco meses de antelación, la precoz precampaña de las autonómicas y municipales del 28 de mayo, la primera cita de un año que también verá elecciones generales.
La Ejecutiva del PSOE, con todos los ministros socialistas, y una visita de Feijóo a Valencia fueron este viernes el preámbulo de un fin de semana marcadamente electoral.
El presidente del Gobierno estará este sábado en Sevilla, una de las plazas municipales que el PSOE busca mantener mientras que Feijóo acudirá a Zaragoza, donde ha organizado una presentación con todos sus candidatos autonómicos.
Dos actos de Yolanda Díaz con Sumar
No solo se movilizarán los dos principales partidos. Yolanda Díaz celebrará dos actos de escucha de su plataforma Sumar en Barcelona el sábado y en Tarragona el domingo. La ministra de Trabajo todavía no ha concretado su candidatura a las generales pese a las prisas de Podemos, que quiere negociar una coalición electoral.
Además, Ciudadanos seguirá inmerso en su Asamblea de refundación. Después de que la lista oficialista que apoya Inés Arrimadas se haya hecho con el liderazgo, los naranjas y sus nuevos dirigentes, Patricia Guasp y Adrián Vázquez, deben definir este fin de semana su estrategia política y aprobar nuevos Estatutos.
La reforma del Código Penal, en el punto de mira
Las maquinarias electorales ya están engrasadas. Están en liza doce gobiernos autonómicos: Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, Asturias, Región de Murcia y La Rioja. Se la juegan nueve presidentes autonómicos del PSOE y dos del PP.
Los españoles elegirán también a su alcalde o alcaldesa y también a los responsables de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Sobre la precampaña sobrevuelan varias polémicas como la supresión de la sedición en el Código Penal, que ha supuesto que el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont quede exonerado de este delito. También el cambio de la malversación o la rebaja de penas a agresores sexuales a raíz de la ley del solo sí es sí.
El PP, que encabeza las encuestas, busca convertir estos comicios en una primera vuelta de cara al cambio político que esperan lograr en la Moncloa.
Temores e incertidumbres de los candidatos
Los socialistas, vencedores en la mayoría de municipios y autonomías hace cuatro años, encaran la campaña con el objetivo de vender la gestión de sus Gobiernos. Varios elementos les generan temor e incertidumbre, como la posible rebaja de penas a corruptos o la vuelta de la guerra del agua que enfrenta a autonomías socialistas por el trasvase Tajo-Segura.
También preocupa en el PSOE la debilidad de los partidos a su izquierda, que pone en riesgo algunos Gobiernos. Sobresale entre las comunidades en peligro la Comunidad Valenciana. Además, aspiran a apuntarse como tanto el Ayuntamiento de Barcelona.
En este contexto, no habrá foto de Sánchez con todos sus candidatos autonómicos, aunque sí está prevista una convención municipal. Admiten en el partido que algunos barones no quieren una instantánea que les perjudique mientras que otros, la mayoría según sostienen en el PSOE, sí ven en Sánchez un activo y le reclamarán en campaña.
El PP pretende explotar estas grietas y destaca que frente a Sánchez, al que ven como un "activo tóxico" para los suyos, los candidatos del PP están unidos junto a Feijóo. Zaragoza lo pondrá de manifiesto: doce candidatos autonómicos y los presidentes de Andalucía, Galicia y Castilla y León, que no se examinan en las urnas.
La antesala de "cambio político" en Moncloa
Los populares esperan anotarse su primera victoria "nacional" en siete años. Sostienen que están en disposición de ganar cualquier autonomía. En muchas de ellas las encuestas están muy ajustadas. El PP es optimista en Aragón, Comunidad Valenciana o Baleares. En Madrid y Murcia dan por hecho que repetirán y la incógnita es el peso que tendrá Vox.
El PP dará un carácter marcadamente nacional a la campaña porque quiere que sus candidatos sirvan como altavoz para denunciar las "barbaridades" que atribuyen a Sánchez.
El color que domine el mapa territorial el 28 de mayo y las alianzas que alumbren las urnas serán claves para las generales. Los partidos echarán el resto con una actividad sin pausa que comienza este fin de semana.