Según ha publicado el diario Vozpópuli, Pedro Sánchez es el presidente del Gobierno que más recursos económicos ha dedicado a la lucha contra la sobrepoblación de palomas que existe en La Moncloa y que el gobierno de España lleva desde 2016 combatiendo.
En los contratos emitidos en la Plataforma de Contratación a los que Vozpópuli ha tenido acceso desvelan que el gasto total en servicios de control de aves asciende a 47.135 euros. Ningún presidente se había gastado tanto dinero en intentar echar a esas aves de La Moncloa.
El servicio contratado utiliza aves rapaces, principalmente halcones, para que provoquen un rechazo en las palomas a las áreas que se pretende controlar y así abandonen La Moncloa.
Las palomas pueden suponer un riesgo para la salud, por lo que es necesario contratar los servicios de una empresa especializada en el control de fauna"
El Ministerio de Presidencia ha adjudicado esta semana un nuevo contrato por 12.650 euros para intentar tener bajo control a las palomas y reconoce que lleva años contratando a empresas especializadas en el control de las aves.
En la memoria que se justifica el proyecto se argumenta que "en el recinto del Palacio de la Moncloa existe una sobrepoblación de palomas que, aparte del daño que provocan en los edificios, pueden suponer un riesgo para la salud, por lo que es necesario contratar los servicios de una empresa especializada en el control de fauna".
Además, Presidencia asegura que "dadas las características de estos trabajos, la constancia y continuidad del servicio es fundamental para la obtención de los resultados que se pretenden conseguir".
El halconero oficial del Atlético de Madrid vigila también La Moncloa
El último contrato de este tipo de servicio se ha concedido a Jorge Carlos Castaño el halconero oficial del Atlético de Madrid, que nombra a sus halcones como los jugadores del Atlético de Madrid y que desde 2001 vigilan el Vicente Calderón y ahora el Wanda Metropolitano.
¿Cómo trabajan los halcones?
Los halcones de Jorge Carlos Castaño trabajarán cinco días a la semana, en total unas 60 horas mensuales, con horario flexible para acomodarse a las circunstancias meteorológicas o urbanas que puedan surgir. Su objetivo es echar a las palomas de La Moncloa y para ello harán dos tipos de vuelo: de caza y de marcaje.
El fin de los vuelos de caza es acosar a las "aves que vivan o pretendan establecerse en el Complejo". Los de marcaje, buscan que las aves identifiquen el complejo de La Moncloa con vuelos disuasorios que marquen el espacio y así conseguir que la población de palomas descienda, eliminar sus nidos y hacer que las palomas rechacen esas áreas.
