El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado este sábado al Partido Popular que respalde a Argelia en su "presión" a España anunciando decisiones en represalia por el giro de la posición española sobre el Sáhara Occidental.
"Si un tercer país presiona a España en Bruselas y la UE apoya a España, ellos (el PP) apoyan al tercer país que está presionando a España", ha lamentado Sánchez en alusión a la crisis argelina y la actitud que ante ella está adoptando el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo.
Ha sido la primera vez que el jefe del Ejecutivo (en un acto de la campaña del PSOE para las elecciones andaluzas que se ha celebrado en la localidad malagueña de Cártama) se ha referido públicamente a la decisión de Argelia de suspender el Tratado de Amistad con España.
Una decisión que Argelia adoptó por la "injustificable" postura del Gobierno sobre el Sáhara Occidental y que llevó también a que anunciara la congelación del comercio bilateral.
Tras ello, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares se desplazó a Bruselas para tratar el problema con las instituciones comunitarias.
Albares se reunió con el vicepresidente de la Comisión responsable del comercio comunitario, Valdis Dombrovskis, y aseguró que la decisión unilateral de Argelia violaba el acuerdo de asociación de este país con la Unión Europea.
Algo que ratificaron en un comunicado tanto Dombrovskis como el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
Después, la misión de Argelia en Bruselas, además de lamentar la "precipitación" de la Comisión al respaldar a España sin confirmar los hechos, negó que se vaya a adoptar la decisión de congelar el comercio al afirmar que eso "sólo existe en la mente de quienes la reclaman y de quienes se han apresurado a estigmatizarla".
También garantizó que Argelia continuará con el suministro de gas a España.
El Gobierno da por cerrada la crisis con Argelia
Ese comunicado, según ha asegurado este sábado la ministra de Industria Comercio y Turismo, Reyes Maroto, indica que "las cosas vuelven a la normalidad".
Para ella, se trata de una "muy buena noticia" y la valora "muy positivamente" ya que Argelia es un país estratégico para España en diversos ámbitos.
Maroto ha expresado su deseo de que se recupere la confianza y se vuelva al tratado de amistad entre ambos países.
Fuentes del Gobierno han expresado igualmente a Efe su satisfacción por el comunicado de las autoridades argelinas, aunque apelan a la prudencia y a esperar a que las palabras se constaten con hechos.
El Ejecutivo afirma que era consciente de que su giro sobre el Sáhara Occidental no sería del agrado de Argelia, pero no esperaba una reacción tan drástica como la anunciada y que ahora espera que quede mitigada.
Amparándose en la discreción, no desvelan si está habiendo contactos directos entre los dos gobiernos.
Sí aseguran que Albares ha contado en todo momento con el pleno respaldo del jefe del Ejecutivo, y que éste valora especialmente su gestión en Bruselas "sin perder ni un minuto".
Sánchez había evitado hasta ahora hablar públicamente de la decisión de Argelia, y en Málaga no ha comentado la aparente rectificación de ese país, sino que se ha limitado a calificar de "presión" sus decisiones, a reprochar su actitud al PP y destacar el apoyo de la UE.
A ese respaldo se ha referido también Feijóo en otro acto de campaña para las elecciones andaluzas que se ha desarrollado en Córdoba: "Ha tenido que venir la UE -ha dicho- para arreglar nuestros destrozos".
Feijóo ha acusado al presidente del Gobierno de haber dado un "volantazo" sin precedentes en la política exterior que pone en riesgo no sólo el suministro de gas por parte de Argelia, sino también "miles de millones de euros en exportaciones".
Por su parte, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en declaraciones a Efe, ha insistido en pedir a Argelia que "no confunda a España y a los españoles con el Gobierno de España", que cree que practica una "mala política exterior" que "rompe los consensos y toma decisiones unilaterales".