El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, se ha marchado del recinto del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) después de saludar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y después al presidente de Francia, Emmanuel Macron, a su llegada a la Cumbre Hispano-Francesa que se celebra este jueves en Barcelona.
Aragonès ha dirigido unas breves palabras a Macron durante su saludos, igual que había hecho anteriormente a la llegada del presidente del Gobierno.
Al presidente del Gobierno, Aragonès le ha recalcado que el conflicto en Cataluña no ha acabado. Por su parte, al presidente Francés ha aprovechado para ofrecerle Cataluña como socio europeo.
Pitidos de los manifestantes a Aragonès
Como respuesta a esta cumbre, alrededor de 6.500 independentistas se han manifestado en la avenida Maria Cristina de Barcelona para mostrar que el proceso soberanista "no se ha acabado" y en rechazo a la presencia de ambos presidentes, donde un reducido grupo de manifestantes ha abucheado al líder de ERC, Oriol Junqueras, de la formación del president.
Durante la bienvenida se escuchaban de lejos los pitidos de los concentrados contra la Cumbre en ante las cuatro columnas de Puig i Cadafalch de Montjuïc, cerca del MNAC.
En el momento del saludo a Macron, Aragonès estaba acompañado del propio Sánchez, de la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, y el jefe de la Inspección General del Ejército, el teniente general Manuel Busquier.
Resta importancia a los abucheos
En una comparecencia posterior, el presidente catalán , ha dicho respetar "plenamente" la manifestación convocada durante la cumbre hispanofrancesa, que considera de "autoafirmación" soberanista, y ha tachado de "minoritarios" los abucheos a Oriol Junqueras (ERC): "No representan al conjunto del independentismo".
Aragonès ha vuelto a justificar su asistencia a la cumbre porque el Govern debía "recibir al presidente de la República Francesa" y para no dejar "ni una sola rendija" para que nadie pueda cuestionar "la buena cooperación que existe con las autoridades francesas".
Ha advertido además que como presidente de la Generalitat no dará "carta de validez a la presencia del ejército español en Cataluña" ni será reconocido como "propio", después de que el president se haya ausentado de la ceremonia de honores militares y la interpretación de los himnos nacionales.
Malestar con el "relato"
Fuentes de la Generalitat han explicado además que el president ha trasladado a Sánchez su malestar con el "relato" político alrededor de esta cumbre, en alusión a las palabras de Sánchez o del ministro Félix Bolaños acerca del fin del proceso soberanista.
Para el presidente catalán, esta intención política de la Moncloa y la manifestación independentista demuestran que el independentismo sigue en pie y que el proceso independentista no ha terminado. "Esta cumbre ha querido simbolizar una normalidad que no existe", ha afirmado Aragonès.