El aumento del gasto en Defensa ha sido el asunto político de las últimas semanas. Con un Pedro Sánchez en busca de apoyos para lograr alcanzar el compromiso del 2% del PIB, el presidente del Gobierno ha aplazado hasta la próxima cumbre de la OTAN, que se celebrará en junio, la concreción de los plazos en los que irá aumentando el presupuesto en este asunto.
Después de haberse reunido en la última semana con los diferentes líderes políticos y portavoces parlamentarios de todos los grupos con representación en el Congreso, salvo Vox, Sánchez ha insistido en que el compromiso de su gobierno para aumentar el gasto es firme, y aunque no ha aclarado ni cómo ni cuándo lo hará, sí que ha asegurado que no va a recortar en gasto social para ello.
El jefe del Ejecutivo ha descartado, además, que vaya a desvelar los plazos pronto y ha indicado que esperará hasta la cumbre de la OTAN del próximo mes de junio en La Haya porque "es donde se va a sustanciar cuál va a ser el grado de cumplimiento de ese 2%".
El gasto en Defensa de España en 2023 fue del 1,28% del PIB y aunque la cifra de 2024 aún no se conoce, el Gobierno considera que la cifra real es notablemente superior porque en el último año ha habido muchas partidas de gasto de distintos ministerios que hasta el momento no se han computado como inversión en seguridad.
Han sido varios los líderes políticos que se han mostrado contrarios respecto al aumento de la inversión militar, algunos de ellos socios del propio Gobierno, como Gabriel Rufián (ERC) o Ione Belarra (Podemos). La líder de los morados acudió a la reunión con Sánchez en Moncloa con una camiseta en la que se podía leer el lema 'No a la guerra' y en las últimas horas se ha referido al presidente como un "señor de la guerra".
¿Evitará el Congreso?
Al ser preguntado sobre si este aumento del gasto debe ser objeto de votación en la Congreso de los Diputados, Sánchez ha afirmado que "todas aquellas cosas que tengan que pasar por el Parlamento pasarán por el Parlamento. Y otras cosas que tengan más que ver con la gestión del Gobierno de España, pues tendrán que ser aceleradas y gestionadas por el Gobierno de España. No hay mucho más debate en esta cuestión", ha explicado.
De estas declaraciones y las reacciones de algunos de sus socios a la izquierda todo parece indicar a que el presidente intentará evitar el debate parlamentario porque ante una negativa de estos no le quedaría más remedio que mirar al PP, con quien ha tenido una reunión "correcta y cordial" esta semana.
Insiste en que el Gobierno cumple con la OTAN
Por otro lado, Sánchez ha hecho hincapié en que su Gobierno está comprometido con los compromisos adquiridos con la Alianza Atlántica, y ha recordado que cuando llegó al Gobierno en 2018 España gastaba menos el 1% del PIB en defensa.
Así, ha subrayado que en los últimos siete años ha invertido más de 10.000 millones en la materia y por tanto el porcentaje de gasto respecto al PIB es simplemente un cociente, que además se ve influido por el crecimiento económico que ha experimentado el país en los últimos años, pero en ningún caso refleja falta de compromiso por parte de España.
Sánchez señala, además, que aparte de alcanzar el 2% España también se comprometió a invertir al menos el 20% de ese gasto en nuevas capacidades para las Fuerzas Armadas y está por encima de ese porcentaje. También está cumpliendo respecto al envío de tropas en misiones OTAN, porque España participa en todas, excepto en Kosovo.
Redefinir el gasto
Los planes de Sánchez, de momento, no pasan tanto por afrontar una subida del presupuesto en Defensa, sino por redefinir el gasto y explicar qué tipo de gasto pertenece o no a este asunto.
Así, desde el Gobierno han deslizado en los últimos días que en esta redistribución del gasto podrían incluirse partidas relacionadas con la ciberseguridad o los 1.000 millones de euros donados a Ucrania en 2024, así como las pensiones que la Seguridad Social paga a los militares retirados o el ya anunciado aumento del sueldo a los militares.
Otros de los gastos que podrían incluirse en Defensa son algunos de los ligados a la Guardia Civil, que a día de hoy pertenecen a Interior, o el despliegue de la Estrategia de Inteligencia Artificial. Computar este tipo de gastos en las partidas de Defensa permitiría que la inversión aumentara considerablemente y acercaría al Gobierno al objetivo del 2%.