En un comunicado, la diputada responsable de esta iniciativa, Cristina Cabedo, se ha referido al caso de la tuitera murciana Cassandra Vera, condenada a un año de prisión y siete de inhabilitación por considerarla culpable de un delito de humillación a las víctimas del terrorismo por 13 mensajes publicados en la red social entre noviembre de 2013 y enero de 2016.
Esta condena, ha advertido la parlamentaria, "es fruto de las últimas reformas del Código Penal Español como la del artículo 578, donde dentro de los delitos de terrorismo se engloba el tipo referido a enaltecimiento del terrorismo, desdibujándose de esta forma el propio delito de terrorismo".
Al respecto, ha incidido en que "según opinan asociaciones judiciales como Jueces para la Democracia, el delito debe caracterizarse por elementos como el aspecto organizativo y la posesión de armas o explosivos, rasgos muy alejados de que una persona escriba 13 tuits en redes sociales".
Cabedo ha remarcado que "la actual redacción está llevando a que la Audiencia Nacional juzgue a personas que nada tienen que ver con organizaciones terroristas por proferir manifestaciones que se engloban en el denominado 'humor negro' y que, si bien pueden ser de mal gusto o incluso ofensivas, no pueden tildarse de acto terrorista".
Sin embargo, ha advertido que las reformas legislativas o las acciones de gobierno "todavía no se han preocupado por actuar de la misma forma ágil en la garantía del derecho de identidad y expresión de género de las personas trans en todas las facetas de su vida, incluidos los procedimientos judiciales"
De esta forma, ha lamentado que "Cassandra Vera, una chica transgénero que no se identifica como varón ni se nombra como tal ni desea ser reconocida con una identidad masculina, tuvo que verse tratada como tal durante su paso por la Audiencia Nacional, por lo que al trámite de estar siendo interpretados sus tuits como una cuestión vinculada a delitos de terrorismo, debió sumar la humillación de no ser respetada en su identidad de género, la cual conforma su dignidad como persona".
En la propia sentencia, recuerda la parlamentaria, "hasta medio centenar de veces se dirigen a ella como el acusado, el declarante, el dicente, el detenido o el autor, nunca durante la vista oral como mujer". Además, ha explicado que "hasta que no se escuchó en la vista del juicio a los diferentes actores dirigirse a ella como si fuera un varón y no como mujer, nadie la había relacionado con una identidad de género diferente a la deseada por ella" y ha lamentado que "sin embargo, los insultos y comentarios transfóbicos han ido aumentando desde entonces".
"Nos encontramos con un acoso a través de las redes sociales hacia ella con comentarios acerca del timbre de su voz o de su aspecto físico, llegando incluso a ser éstos por parte de representantes políticos, como la concejala de Paiporta, Amparo Císcar, que, además de tratar su aspecto físico, trató a la joven como 'cosa'", ha denunciado.