En un auto tras tomar declaración al sospechoso, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 considera que existe riesgo de fuga porque había manifestado en distintas conversaciones a través de Internet su intención de "irse al califato y convertirse en yihadista" porque aseguraba que es "la mejor forma de ser musulmán" y que "la mejor forma de morir es inmolarse".
"Inmerso en un proceso de radicalización, siendo más evidente a partir de su regreso de un viaje a Marruecos en marzo de 2017", según el auto del magistrado, El Omari accedía "de manera continuada a material audiovisual adoctrinador y adiestrador" del grupo terrorista Estado Islámico o DAESH.
De este grupo terrorista, concretamente de su editorial Al Himma, el acusado había descargado en su ordenador una treintena de manuales sobre doctrina, ideología, instrucciones para la Yihad mediática o para las operaciones suicidas de captados por el Estado Islámico.
Y el día que dejó su puesto de trabajo por la finalización del contrato laboral, a mediados de este mes (el 13 de junio), escribió una nota en un papel "con grafía en árabe clásico con un marcado tono apocalíptico que ha podido ser traducida como 'Dominio Yihad hoy vuelve al Paraíso'".
Analizando su perfil en la red social Twitter, los investigadores también han encontrado "evidentes vínculos del investigado con perfiles de personas con características propias de combatientes de DAESH".
Además, celebraba la comisión de atentados terroristas en ciudades europeas como el de Manchester el pasado 22 de mayo en el que fallecieron 22 personas, sobre el que decía que "da igual que sean niños, es lo que se merecen, que nadie se queja por los niños de Siria" y añadía que "aquí va a suceder algo peor".
Expresiones como éstas de "violencia máxima", explica el juez, eran utilizadas abiertamente por El Omari: "El que no quiera convertirse al Islam tiene que morir por infiel"; "todos los que forman parte de un país que tiene un gobierno en occidente y han estado involucrados en la lucha con el DAESH merecen morir"; "los ciudadanos de occidente seguirán pagando los crímenes que se cometen en Siria", son algunos de los mensajes encontradas por los investigadores.
Para el magistrado de la Audiencia Nacional, estas y otras manifestaciones --"Tú sabrías fabricar una bomba?", llegó a preguntar a un individuo con el que hablaba por Internet-- demuestran que el detenido "está en disposición de ejecutar acciones terroristas".
Además, Moreno acusa a Rachid El Omari de realizar "funciones de adoctrinamiento", habiendo "culminado la captación y el adoctrinamiento de su primo Murtapha El Omari, quien "ha experimentado un marcado cambio personal relacionado con la inserción consciente y progresiva de valores concretos en yihadismo terrorista", así como de Mohamed Chaou, otro de los detenidos el miércoles pasado.
El magistrado considera que los tres conformaban una "célula" terrorista, si bien Murtapha El Omari y Mohamed Chaou fueron puestos en libertad horas después de ser arrestados por la Policía Nacional, por lo que hoy no han tenido que declarar en la Audiencia Nacional.
Fruto de las investigaciones policiales, El Omari y Chaou, según el auto del juez, fueron vistos la noche del 11 de junio "en lugares y trayectos emblemáticos de Madrid en actitud vigilante, siguiendo un itinerario lleno de medidas de seguridad y de prácticas de observación sobre dichos lugares".
Moreno destaca que tres días después fueron vistos de madrugada "recogiendo un cartel con fotos de mujeres que luego pisoteaba Mohamed Chaou en el interior de un portal, mientras Rachid El Omari observaba el gesto".
El sospechoso ha prestado declaración esta mañana en la Audiencia Nacional, pero sólo ha contestado a las preguntas de su abogada. Según fuentes fiscales, ha negado pertenecer a ningún grupo terrorista y ha dicho que sólo consultaba información y que no tenía ningún objetivo.