La reforma de la ley del solo sí es sí iniciada en marzo con la admisión a trámite de la propuesta del PSOE para modificarla tras los efectos indeseados de su aplicación, ha cogido carrerilla este lunes en el Congreso con la presentación de las enmiendas de Podemos y PP pocas horas antes del fin del plazo.
Entre las enmiendas del PP -que ha defendido en varias ocasiones que la reforma del PSOE guarda bastantes similitudes con su propuesta- destaca la subida de algunas penas, la reintroducción de la agresión sexual "por engaño o abuso de confianza o autoridad" para menores de entre 18 y 16 años, y el castigo de la difusión y distribución de contenidos destinados a promover la violencia sexual.
Por su parte, tras semanas pidiendo un acuerdo en el seno del Gobierno para modificar la ley, Podemos ha optado por enmendar la propuesta socialista, que a su parecer elimina en la práctica la centralidad del consentimiento al plantear la creación de un subtipo agravado dentro del delito de agresión sexual para que las penas sean más elevadas si ha habido violencia e intimidación.
En sus enmiendas, los morados proponen que la violencia e intimidación sean circunstancias agravantes, y que la agresión sexual se defina únicamente sobre la base de la falta de consentimiento.
Elevan también las penas si la agresión la perpetra una "persona allegada a la víctima", ampliando la circunstancia de parentesco y convivencia que contemplaba la norma original, y si la voluntad de la persona agredida es anulada "por cualquier medio", y no solo mediante el suministro de fármacos, drogas u otras sustancias.
Con sus nueve enmiendas, Podemos retoca también el artículo con las penas para las agresiones sexuales a menores y aceleran los plazos para dar formación especializada a jueces y fiscales.
Este planteamiento es muy similar a las enmiendas presentadas el pasado jueves por ERC y Bildu, que también defienden retirar los términos de violencia e intimidación como centrales en el tipo penal de agresión sexual, agregando el elemento de anulación de la voluntad de la víctima para no "desplazar el consentimiento como el elemento definidor entre una relación sexual consentida y una agresión sexual".
"Ello supone negar que la violación ya es per sé una forma de violencia, y afirmar que hay violaciones no violentas", argumentan las dos formaciones, que también piden retocar la definición del consentimiento para aclarar que "no se deducirá que lo hay por la ausencia de resistencia física o el silencio de la víctima, ni por su conducta sexual previa".
Por su parte, Vox ha propuesto tipificar las violaciones grupales como un "delito independiente y específico" denominado "violación conjunta", y ha asegurado que este fenómeno guarda "estrecha relación" con la "importación de delitos de otras culturas con un sistema axiológico distinto al occidental".
Por esa razón, el partido de Santiago Abascal ha pedido que cualquier delito contra la libertad sexual lleve aparejada la pérdida de la residencia legal en España o la expulsión inmediata del territorio nacional si el agresor no fuera español. La portavoz del PSOE, Pilar Alegría, ha señalado que las enmiendas registradas por Unidas Podemos, ERC y EH Bildu son "prácticamente idénticas" y "no solucionan los efectos indeseados" que se han comprobado al aplicar la ley.
Así pues, si las posiciones de los socios de Gobierno siguen sin moverse, el PSOE deberá sacar adelante la reforma con el apoyo del PP, con cuyo voto favorable el texto de los socialistas logró ser admitido a trámite en el Congreso, una fotografía que ha sido criticada por Podemos, que pide "reflexionar" y llegar a un acuerdo con las fuerzas progresistas.
Sobre si tienen miedo a que los populares rechacen su reforma en el último momento, fuentes de la Ejecutiva Federal del PSOE han apuntado que si el PP quiere votar algo diferente deberá explicar su postura. Tras el cierre del plazo de enmiendas este lunes, la reforma del solo sí es sí deberá pasar por la Comisión de Igualdad del Congreso, donde se votará la inclusión o rechazo de las diferentes propuestas presentadas por los grupos parlamentarios.
Una vez superado este trámite, el texto, que se está tramitando por la vía de urgencia, será debatido en el pleno del Congreso el próximo 20 de abril, previsiblemente, para ser luego remitido al Senado.