La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha dejado claro, en alusión a la presidenta andaluza, Susana Díaz, que todas las resoluciones aprobadas en el Congreso federal de junio son de "obligado cumplimiento" para todo el partido, incluida la referente a la plurinacionalidad del Estado.
Además de recordar esta obligación que tienen todos los socialistas con las resoluciones aprobadas, la dirigente del PSOE ha recalcado que la dirección se pone "a disposición" del socialismo andaluz para "fortalecerlo", que pueda ganar las próximas elecciones autonómicas y "apuntalar" la victoria de Sánchez en las generales.
Unas afirmaciones que ha hecho durante una rueda de prensa en la sede de Ferraz, donde se ha celebrado la última reunión de la ejecutiva antes del verano y en la que ha insistido en que no hay "discrepancias" en la manera de entender el modelo de país.
De hecho, ninguna de las resoluciones que ha aprobado el congreso andaluz ni los otros cinco que se han celebrado este fin de semana, según ha contado, choca con las ratificadas en el cónclave de junio, puesto que, a su juicio, "se viene a decir más o menos lo mismo".
"Nunca se ha dado el caso de que nadie incumpla las resoluciones congresuales y no se va a dar", ha pronosticado Lastra ante la polémica suscitada por las palabras de Díaz.
En todo caso, ha recordado que en el PSOE no se ha producido jamás la "dicotomía" de tener que elegir "entre dos lealtades" y ha dado por cerrado el debate interno sobre la plurinacionalidad, porque es algo que ya aprobó el órgano "más sagrado" que tiene el PSOE.
Lastra ha hecho hincapié en que lo que le interesa al Partido Socialista es "sumar para ser imparables" y por eso, desde la dirección, se ayudará a todas las federaciones para construir un partido "más fuerte y creíble", un mensaje, ha señalado, que transmitió el secretario general socialista ayer en Sevilla.
Aparte de la controversia suscitada por las palabras de Susana Díaz, que han criticado algunos dirigentes como Odón Elorza, responsable de Transparencia, Lastra ha hecho un balance de la gestión socialista de este mes y medio, muy centrado en atacar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Ha vuelto a pedir su dimisión, pero no solo por la corrupción del PP sino también por su "inacción" ante "la crisis territorial" y porque España lidera "los 'rankings' europeos de desigualdad, precariedad y pobreza".
Lastra ha insistido en que Mariano Rajoy tiene que irse "por la dignidad" del país y de las instituciones al recordar su declaración en el juicio de la Gürtel del miércoles pasado, una imagen -ha subrayado- con un "enorme coste reputacional" para el país a nivel internacional. Por eso, ve "inaceptable e inasumible" que un hombre asediado por la corrupción siga gobernando.
En relación con la petición de comparecencia de Rajoy en un pleno extraordinario para que aclare las lagunas de su declaración en el juicio, una comparecencia que solicitaron PSOE y Podemos, ha dicho no tener constancia de que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, haya convocado una Diputación Permanente para aprobar su comparecencia, aunque es probable que haya una reunión de este órgano a finales de agosto.
"No parece que Pastor tenga mucho interés en convocar una Diputación para hablar de la corrupción del PP", ha criticado Lastra.
De los nuevos acontecimientos en la situación catalana, la vicesecretaria general ha asegurado que el PSOE "respalda" al Gobierno y lo seguirá haciendo, porque su formación "defiende al Estado y por tanto a la sociedad".
Aun así, ha afirmado que el Ejecutivo "no debería ampararse solamente en las leyes", sino "apoyarse en la política" para contrarrestar el "desafío independentista", en referencia al recurso de anticonstitucionalidad que hoy han presentado el PP y Ciudadanos contra la reforma del Reglamento del Parlament que posibilita una convocatoria exprés del referéndum.
Considera Lastra que Rajoy en estos seis años que lleva gobernando ha sido "una máquina de crear independentistas", lo mismo que opina de la gestión que han hecho el expresidente de la Generalitat Artur Mas y el actual, Carles Puigdemont.
