Ayer fue un día muy complicado para el socialismo español. La batalla del PSOE finalizó con la dimisión de Pedro Sánchez en torno a las 20.00 horas. Se esperaba una larga noche en Ferraz, eso fue lo que todos pensamos cuando vimos a unos cuantos repartidores de pizza entrando en la sede socialista. Un dato sin importancia si no llega a ser porque esas pizzas no fueron pedidas por los miembros del partido.
En torno a las diez de la noche, los envíos de pizza a Ferraz empezaron a aumentar y, desde dentro de la sede, pidieron que se devolvieran los pedidos (que fueron, finalmente, repartidos entre periodistas y policías que se encontraban fuera).
Todo fue una broma que ya ha sido reivindicada por varios foros de Internet, causando un auténtico revuelo en la red. Sin duda, esta broma pasará a la historia.