Llegamos al tramo final -que nunca es el final- de la negociación de la Ley de Amnistía. Se acerca la fecha de la Comisión de Justicia y nada hacer indicar que PSOE y Junts hayan llegado a un acuerdo mínimo para redactar un texto que convenza a Carles Puigdemont. Porque el líder prófugo desde Bruselas sigue sin tener certezas. No se fía de los jueces y menos de Europa, tras la última resolución de la Comisión en su contra.
Junts sigue firme: "Así, no"
Las fuentes consultadas en el partido socialista admiten que no, "...que aún no hay novedades y sin sentarse a hablar en firme, poco puede anunciarse”. Desde Junts son más prácticos y saben que llevan las de ganar en el relato de lo que va pasando. Por eso se mantienen firmes: “así, no”-señalan voces cercanas al grupo parlamentario en el Congreso. En pocas palabras, que el gobierno mueva ficha o "colorín colorado", como gustan decir en la formación independentista para definir lo que puede pasar con el destino de la legislatura.
Pero PSOE y gobierno apuestan ahora por mantenerse firmes ante Junts y ante el poder judicial. A unos, Moncloa les asegura en público que no hay más que hacer, que no queda margen constitucional por negociar y que como mucho mantienen la oferta de reformar la LECRIM (Ley de Enjuiciamiento Criminal) para recortar los plazos de instrucción a los jueces. A otros -precisamente a los jueces- gobierno y PSOE parecen dispuestos a ponerles en evidencia, asegurando con la rotundidad de un magistrado -lo que han hecho ya varios ministros y el propio Pedro Sánchez- que la futura Ley de Amnistía va a exonerar a todos y cada uno de los independentistas procesados o por procesar. Todo un envite al Tribunal Supremo o al Juzgado de Instrucción nº1 de Barcelona, dos de las instancias donde más se la juegan Puigdemont y los suyos. En sendas sedes judiciales se instruyen posibles causas por terrorismo (caso Tsunami Democratic) y por traición al Estado (caso Volhov).
Junts tampoco quiere indultos
No sabemos cuándo ni quiénes se reunirán de nuevo. Solo sabemos que PSOE y Junts tienen en su orden del día para esa reunión secreta encontrar una fórmula que garantice a Puigdemont que no tendrá el más mínimo problema con la justicia. Y eso sigue siendo un nudo gordiano que Pedro Sánchez no quiere desanudar por las bravas, al estilo Alejandro Magno, de un tajo. “Tenemos tiempo”, señalan fuentes de Grupo Parlamentario Socialista. Por eso se buscan fórmulas alternativas como la hecha pública por el Conseller independiente -e independentista- Carles Campuzano -ex de Junts y antiguo miembro de CiU. Campuzano apuesta por apoyar como está la actual Ley de Amnistía y que los que no quepan en ella -el propio Puigdemont y algunos CDR´s (activistas violentos, miembros del Comité de Defensa de la República) sean después indultados. Según Campuzano, "...porque no puede haber una amnistía blindada al cien por cien, ya que las leyes por definición están sometidas siempre al control de los jueces en su aplicación". Pero los de Puigdemont ven en esto una trampa en la que no van a caer. Peor aún que la de reformar la LECRIM para recortar tiempo a los jueces que investigan y que se pasen los plazos para procesar a los suyos. Con este panorama, PSOE y Junts se verán las caras en la próxima Comisión de Justicia del Congreso del 21 de febrero y si no... como hemos dicho en otras ocasiones: A PSOE y Junts siempre les quedará Ginebra.