Carles Puigdemont, Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret se han personado en una comisaría de la policía belga en Bruselas acompañados de sus abogados.
Esta misma mañana la Fiscalía belga había ordenado a la policía detener a Puigdemont y sus exconsellers antes de designar a un juez de instrucción que les tome declaración para decidir sobre sus euroórdenes.
Ninguno de los cinco exmiembros del Govern acudió este jueves a su citación con la magistrada como investigados por rebelión, sedición y malversación. A todos ellos, la juez Lamela les acusa de impulsar y promover desde su cargo público las movilizaciones y concentraciones tumultuarias en oposición a las órdenes judiciales, las convocatorias masivas para impedir a los agentes cumplir con sus funciones y los escraches a la Policía y a la Guardia Civil.
Es decir, le acusa de alentar un movimiento de "insurrección activa" y de abonar en la sociedad la idea de la existencia de un derecho de autodeterminación para Cataluña.
Fuentes del Ministerio público belga han señalado que si bien estas cinco personas deben ser detenidos, esto no significa que vayan a ser esposados "si no presentan resistencia ni riesgo de fuga", aunque sí estarán, en cualquier caso, "rodeados de policías".