reunión con Junqueras en Waterloo

Puigdemont pone a su coche belga una matricula independentista: 1 de octubre de 2017

ondacero.es

Madrid |

Puigdemont pone a su coche belga una matricula independentista: 1 de octubre de 2017/ EFE/Laura Zornoza
Puigdemont pone a su coche belga una matricula independentista: 1 de octubre de 2017 | EFE/Laura Zornoza

Una de las curiosidades del encuentro entre el líder de Junts, Carles Puigdemont, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, fue el detalle de la matrícula del coche del expresident fugado en el que ambos se marcharon una vez concluyó su reunión.

Los principales líderes de los partidos independentistas catalanes, iniciaron este jueves una etapa de deshielo en sus relaciones, con una reunión en Waterloo (Bélgica) en la que acordaron impulsar "espacios de trabajo coordinado" sobre "objetivos compartidos".

"Este encuentro se enmarca en la necesaria e imprescindible relación entre dos partidos independentistas que, pese a las diferencias, tienen muchos objetivos compartidos", señalaron en una comunicado conjunto.

La reunión, que se prolongó por espacio de dos horas y media, fue la primera desde que Puigdemont y Junqueras recuperaron sus cargos al frente de sus respectivos partidos.

Una matrícula que no Puigdemont no ha dejado al azar

Que Puigdemont no deja nada al azar ya lo ha demostrado en otras ocasiones, pero ayer se añadió un detalle más. Al término de la reunión, ambos líderes independentistas se marcharon en un coche plateado con matrícula 1-O-2017, la fecha del referéndum de independencia unilateral del 1 de octubre de 2017.

Se da la circunstancia de que en Bélgica es posible personalizar las placas pagando un importe, algo que el expresidente ha preferido hacer para que su vehículo luzca una fecha que considera tan importante.

En ese coche con matrícula tan simbólica se marcharon ambos líderes, Puigdemont al volante y Junqueras en el asiento de copiloto.

Una relación marcada por la tirantez

Puigdemont y Junqueras, cuya relación personal en los últimos años ha estado marcada por la tirantez, se vieron el pasado julio –cuando ni uno ni otro ostentaba la presidencia de sus respectivos partidos–, antes de que el socialista Salvador Illa fuese investido presidente de la Generalitat con los votos de ERC.

Puigdemont, huido de la justicia española desde casi siete años, apareció en Barcelona en agosto para pronunciar un discurso ante sus seguidores, en el marco del pleno de investidura de Illa como nuevo presidente regional.

El expresidente catalán tiene vigente una orden nacional de arresto por parte del Tribunal Supremo español, que ha rechazado amnistiarle por el delito de malversación por los gastos del referéndum ilegal independentista de 2017.

Junqueras, que llegó a ser vicepresidente regional, permaneció más de tres años en la cárcel por ese intento secesionista, y fue excarcelado tras ser indultado por el Gobierno español junto al resto de líderes independentistas presos. EFE