El Gobierno ha iniciado la serie de actos conmemorativos por el 50 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco. En este primer acto, ha llamado la atención la ausencia de Podemos, que no ha acudido con ningún representante.
La postura de Podemos
El partido ha justificado su ausencia señalando que no habían sido invitados al acto inaugural. Así lo adelantó la agencia EFE y lo confirmó Pablo Fernández, secretario de Organización de la formación, en una rueda de prensa.
No obstante, su postura trasciende la cuestión protocolaria. Fernández aprovechó la ocasión para lanzar una crítica tanto al Gobierno como al enfoque de los actos. Podemos ha manifestado que, si el Ejecutivo pretende recordar la figura de Franco y su impacto en la historia de España, debería hacerlo a través de medidas concretas que reparen las consecuencias del franquismo. Entre sus propuestas, destaca la convocatoria de un referéndum sobre la monarquía, institución que consideran una "herencia directa" del régimen dictatorial.
Críticas a la monarquía y al régimen del 78
Podemos sostiene que el franquismo sigue presente en el tejido institucional del país, desde la judicatura hasta las fuerzas de seguridad, y acusa al régimen del 78 de estar impregnado de un "ADN franquista". En este sentido, argumentan que la monarquía fue reinstaurada por decisión directa de Franco, privando al pueblo español de decidir democráticamente sobre su modelo de Estado.
Fernández señala que sería contradictorio conmemorar la muerte del dictador sin tomar medidas que rompan con lo que considera los vestigios de su régimen. También califica de "vergonzoso" y "abominable" cualquier reconocimiento al rey emérito Juan Carlos I, al que tachó de "corrupto".
La postura de Podemos no es la única crítica al enfoque del acto. Junts, Bildu y el Bloque Nacionalista Galego también optaron por no asistir, argumentando que el evento se presentaba como una "alabanza" a la Transición y la Constitución, procesos que consideran insuficientes para romper con el franquismo.
En contraste, partidos como ERC y PNV decidieron participar, destacando la importancia de reivindicar la memoria histórica aunque con enfoques y críticas propias al acto.
