"He venido aquí para recordarlo que aún estamos". Estas han sido las palabras de Carles Puigdemont durante el discurso que ha dado en el Arco de Triunfo de Barcelona, en su regreso a España, siete años después. Una vuelta que no es baladí, pues coincide con el día de la investidura de Salvador Illa que, en las primeras horas de la mañana, ha sido relegado a un segundo -o hasta tercer- plano, porque todos los focos han ido a parar al expresident de Cataluña, que, además, ha sido arropado por miles de manifestantes que han inundado las calles de la ciudad condal.
Puigdemont, según dijo, vuelve a España para estar presente en la investidura del líder del PSC, tras la aprobación de la Ley de Amnistía. Eso sí, la medida de gracia sigue sin estar del todo vigente, puesto que el juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo (TS) se ha negado a amnistiar el delito de malversación que pesa sobre el expresident de la Generalitat y mantiene viva la orden nacional de captura contra él.
Delito de malversación, alta traición...
El delito de malversación podría implicar una condena de hasta doce años de cárcel. No solo eso, algunas de las partes personadas en la causa contra él han anunciado que reclamarán su ingreso inmediato en prisión.
Y, por si fuera poco, Puigdemont también está siendo investigado por sus supuestos contactos con Rusia para lograr apoyos para el independentismo catalán. En un auto al que tuvo acceso Onda Cero el pasado enero, el juez ve indicios de conexiones de los líderes independentistas con Rusia, para lograr más apoyo en el 'procés'. El magistrado Joaquín Aguirre dejó entrever en su escrito que el expresident podría haber incurrido en un delito de alta traición (aunque, cabe destacar, que no se menciona en el auto), al entrar en escena una potencia extranjera.
La huida de Puigdemont
Fue el 30 de octubre de 2017, cuando Puigdemont -junto a otros cuatro consellers- huyó a Bruselas, coincidiendo con el inicio de la causa del procés. Una semana más tarde, mientras una euroorden emitida pesaba sobre el expresident y sus compañeros, se entregaron a la Justicia belga. Fueron puestos en libertad y con medidas cautelares.
El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, terminó por retirar la euroorden a principios de diciembre. Sostuvo su decisión en la idea de que podría condicionar la evolución de la investigación. Tras esto, la justicia belga cerró el proceso judicial.
El expresident fue el candidato de Junts en las elecciones al Parlament de Cataluña del pasado mes de mayo, donde logró 35 escaños mejorando los resultados de los anteriores comicios pero terminando lejos de la mayoría absoluta. Tras semanas de intensas negociaciones, finalmente será Salvador Illa (PSC) el nuevo president de la Generalitat con el apoyo de ERC y los Comuns.