El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, publicó este miércoles por la tarde una carta en la que se dirigía a la ciudadanía de nuestro país. En ella expresaba su malestar por los ataques de "la derecha y la ultraderecha" tras la denuncia interpuesta por Manos Limpias a su esposa Begoña Gómez.
El líder del Ejecutivo, en esa misma carta, explicó que cancelaba su agenda porque "necesita reflexionar" y se dio hasta el próximo lunes 29 de abril para tomar la decisión de si sigue al frente del Gobierno o lo deja. ¿Merece la pena seguir con esto?, se preguntaba Sánchez en el comunicado.
Pedro Sánchez deja así en el aire su continuidad al frente del Gobierno y esto deja a España en una situación de incertidumbre. La pregunta es, si se va Sánchez, ¿convocará elecciones el próximo lunes? La respuesta es que no, tendría que esperar un mes para poder disolver las Cortes Generales.
¿Por qué no es posible convocar las elecciones hasta finales de mayo?
La carta de Pedro Sánchez hizo saltar todas las alarmas ante una posible nueva cita electoral si finalmente el presidente renunciar al cargo, algo que podría incidir directamente en los comicios catalanes y europeos. Sin embargo, el presidente no podrá hacer la convocatoria electoral este lunes, aunque comunique que deja su cargo.
El motivo de que Sánchez no pueda adelantar las elecciones todavía es que debe pasar un año completo desde el anterior adelanto electoral. Hay que tener en cuenta que el líder socialista ya hizo un adelanto electoral el pasado 29 de mayo de 2023 tras las elecciones municipales y autonómicas.
Por tanto, la fecha para poder disolver las Cortes Generales sería el próximo 29 de mayo, justo cuando se cumple un año del anterior e inesperado adelanto electoral. Una vez ejecutada la disolución de Congreso y Senado, deben pasar un mínimo de 54 días hasta las posibles elecciones. De este modo, el primer domingo disponible sería el próximo 21 de julio de 2024.
Otras opciones para Pedro Sánchez
Además de un posible adelanto electoral, Pedro Sánchez podría dar un paso al lado y que el rey Felipe VI, tras una ronda de consultas con los portavoces parlamentarios, proponga a otro candidato, sea diputado o no. Esto implicaría, que el candidato propuesto tuviese que someterse a una sesión de investidura y obtener más síes que noes. Sin embargo, hasta que este proceso terminase, Pedro Sánchez seguiría como presidente en funciones.
Por último, el líder del Ejecutivo podría antes del 30 de mayo a una cuestión de confianza que no requiere de mayoría absoluta, sino de mayoría simple. Algo que podría ser positivo para Sánchez porque podría obtener el apoyo de los actuales socios.