No ha mencionado la Ley de amnistía pero el repleto salón ha entendido con claridad que el mandato con el que aterriza Félix Bolaños en el Ministerio de Justicia responde a planteamientos firmes. Quizá más firmes que su pulso; metáfora o no, durante un instante fugaz al superministro se le resbaló de las manos la mismísima cartera recién entregada por Pilar Llop, aunque en cuestión de segundos se las apañó para recuperar la postura y la amplísima sonrisa.
“Lo que tenga que hacer lo haré, con diálogo, pero lo haré”, aseguró Bolaños nada más recibir la cartera de Justicia de manos de la ya ex ministra Pilar Llop. El nuevo titular de este departamento tendrá que lidiar con el monumental y transversal enfado de los operadores jurídicos a raíz de la Ley de amnistía que se tramita en el Congreso.
El también ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes ha abogado por el diálogo y por ser capaces de llegar a acuerdos. En ese sentido, anuncia que se propone hacerlo todo “tendiendo puentes y acuerdos beneficiosos para todos”.
También ha pedido un debate por una España mejor donde impere el patriotismo, la moderación y no la exageración, las verdades y no las falsedades.
“Asumo la cartera en una legislatura que vendrá marcada por la búsqueda de la convivencia, sobre todo en aquellos territorios donde está más fracturada”, señaló. Al tratarse de cumplir un mandato constitucional, añade, todo se realizará con respeto al Estado de Derecho, a la separación de poderes y a la Constitución y la Ley: “la Ley es como hacemos las cosas y las hemos hecho siempre desde hace 5 años”.
La obligación de renovar el CGPJ
Aunque no desveló si tiene planes inminentes para modificar la ley que altera las mayorías necesarias para renovar el CGPJ, Félix Bolaños planteó como prioridad “absolutamente imprescindible” devolver la normalidad al órgano de Gobierno de los jueces, a punto de cumplir 5 años con el mandato caducado.
“Renovar el Consejo no es una opción, es una obligacón que deriva de la Constitución que prometemos como ministros”, ha asegurado ante el vocal presidente del órgano, Vicente Guilarte, único representante del CGPJ en el acto junto con la consejera Nuria Díaz Abad.
“No hay equidistancia entre renovar o no, cinco años después debemos hacerlo por respeto a la justicia, a los magistrados y a la reputación internacional”, añadió. Se trata de poder decir también fuera de España que tenemos normalidad institucional y recuperar su prestigio.
También ha prometido trabajar con los que le han recibido con cariño y con los que lo han hecho “con menos cariño”, para intentar obtenerlo también de ellos y por el bien del país.
Plantón de asociaciones
Bolaños ha estado respaldado en el acto por los también ministros Albares, Grande Marlaska, Planas y Puente. En cambio, la ausencia de espacio reservado para las asociaciones judiciales en el salón donde se ha celebrado el acto de traspaso de carteras no contribuyó a suavizar en estos primeros compases el clima de enfrentamiento con el que mayoritariamente reciben los jueces la amnistía que apadrina el superministro.
Ante la enorme concurrencia al acto de traspaso de carteras en el Ministerio de Justicia, muchos invitados, periodistas y personal del edificio fueron repartidos por varias salas equipadas con pantalla grande.
La Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV) ha informado de que tanto su representante Roberto Fernández como la de Foro Judicial Independiente Victoria Muñoz han optado por abandonar el edificio ante este gesto contrario a lo que es habitual. Según informa el colectivo, “les han dicho que había muchos familiares e invitados del Ministerio y que no había espacio suficiente para todos”.
Dado que no había acudido nadie en representación de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la única asociación presente en el acto fue la progresista Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD), ya que Juan Vacas, miembro del secretariado del colectivo optó por permanecer en el edificio.
Fuentes del Ministerio argumentan que se había cursado la invitación a todas las asociaciones judiciales, pero que el salón principal del Palacio de Parcent donde se celebró el acto no tenía suficiente aforo para acoger a todos los invitados.
La despedida de Pilar Llop
No había sombra de nostalgia en el gesto sonriente de Pilar Llop, que se ha despedido del Ministerio reconociendo la dificultad de sus dos años y medio de mandato, durante el que ha tenido que afrontar las huelgas de jueces, fiscales, funcionarios y letrados judiciales, además de redactar el texto legal que enmendaría los graves efectos de la Ley del sí es sí: “gracias equipo, hemos sufrido un poco”.
Llop ha elogiado las habilidades de su sucesor y ha confiado en sus capacidades negociadoras para afrontar todo lo que se queda pendiente.