Catalá, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha manifestado que tiene "todo el sentido" que el Tribunal Supremo asuma la causa por rebelión que se seguía en la Audiencia Nacional contra los exmiembros del Govern y contra los dirigentes de ANC y Òmnium y ha opinado que de ese modo se fortalece la seguridad jurídica y la unidad de acción.
Se ha mostrado convencido de que el juez Llarena tomará las decisiones que considere oportunas, siempre fundadas en derecho y ajustadas a la realidad, pero ha recordado que la situación de cada uno de los investigados es distinta.
Es decir, hubo personas que declararon (los miembros del Parlament ante Llarena), otros que no (los exconsellers en la Audiencia Nacional) y otros que huyeron (Carles Puigdemont y el resto de exconsellers), con lo que es "razonable" pensar que las medidas sobre cada uno de ellos puede ser diferente.
Ha recordado que Llarena decidió fijar fianzas -y no prisión incondicional- para los miembros de la Mesa tras analizar el riesgo de fuga, el de reiteración delictiva y el de destrucción de pruebas.
Por ello, si ahora los exconsellers encarcelados o los dirigentes de ANC y Ómnium piden que se reconsidere su situación o él les cita a declarar y aprecia un cambio de circunstancias "con fundamento objetivo", esas medidas podrían variar, ha dicho el ministro.