Rajoy hizo ese llamamiento en una conferencia sobre la política exterior española en Latinoamérica organizada por la Fundación Libertad y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) con motivo de su viaje oficial a Buenos Aires y en la que estuvo presente el presidente argentino, Mauricio Macri.
El jefe del Ejecutivo español proclamó la necesidad de que los gobiernos que defienden que globalización y desarrollo sostenido no son contradictorios, sino complementarios, trabajen conjuntamente y ofrezcan respuestas convincentes a quienes sientan que su bienestar o identidad están amenazados en un mundo cada vez más interconectado y competitivo.
En caso contrario advirtió de que el orden global democrático de libertades corre serios riesgos ante la proliferación de movimientos populistas y nacionalistas.
Unos movimientos que alertó de que "prometen cínicamente lo imposible" y se aprovechan del desasosiego que genera cualquier tipo de cambio.
"Estoy convencido de que la respuesta a dicha amenaza no puede ser ni el aislamiento ni la inacción, ni poner barreras o cerrar fronteras, ni tampoco tener fe ciega en las propiedades de auto-regulación de los mercados", añadió.
Para él, la respuesta correcta es intensificar la cooperación internacional para regular esa globalización promoviendo un orden mundial equitativo basado en instituciones multilaterales y en reglas comunes que permitan a los países encontrar soluciones colectivas a problemas que hoy no conocen fronteras.
En ese contexto, se sumó a las palabras del presidente Macri en las que recientemente, con motivo de la presidencia argentina del G20, instó a los países que lo conforman a poner a los ciudadanos en el primer plano de sus preocupaciones.
Rajoy consideró que esa es la mejor receta frente a quienes "parecen empeñados en anteponer mitos nacionalistas e ideas populistas trasnochadas y viejas a las necesidades reales de la gente".