El Consejo de Ministros aprobó ayer martes la nueva planificación hidrológica (2022-2027) de 12 cuencas de ríos que incluye la fijación de caudales ecológicos en el río Tajo, lo que supondrá un recorte de las aportaciones al Segura, que tanta polémica ha levantado entre las autonomías implicadas.
El recorte en la cantidad de agua del río Tajo que se podrá dedicar a los regadíos afecta seriamente a los agricultores y regantes de provincias como Alicante y Almería, así como la Región de Murcia, por donde pasa el río Segura. El tema, por tanto, ha suscitado grandes tensiones entre Castilla-La Mancha, gobernada por el PSOE y la Comunidad Valenciana (PSOE), Murcia y Andalucía (ambas del PP).
La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha defendido el recorte del trasvase del Tajo al Segura y ha señalado que con estos planes "se asegura la disponibilidad de agua en las zonas con mayor riesgo y con mayor preocupación sobre la disponibilidad de este recurso."
Por otro lado, Ribera ha hecho hincapié en que se ha optado por una aplicación gradual de ese caudal ecológico en el Tajo, es decir, diferido en el tiempo para "conciliar los requerimientos legislativos con el impacto social, económico y ambiental".
Murcia denunciará el trasvase ante el Supremo
El Gobierno apuesta por suplir la necesidad de agua con agua desalada, pero los regantes ya avisan de que denunciarán el recorte ante el Tribunal Supremo, porque supone la desaparición de huertas y puestos de trabajo
Asimismo, el Gobierno de Murcia también va a recurrir el recorte del Tajo-Segura al Tribunal Supremo, según anunció ayer el presidente murciano, Fernando López Miras, quien cree que se rompe el equilibrio entre las Comunidades Autónomas afectadas.
El Gobierno de España ha quebrado el equilibrio existente y aboca al Levante a la ruina
"El Gobierno de España ha quebrado el equilibrio existente y aboca al Levante a la ruina", se queja López Miras, que tratará de revertir una decisión tomada por el Gobierno central que considera "arbitraria, política y sectaria".
Además, niega que el agua desalada sea una alternativa para los cultivos, pues no tiene la calidad necesaria para regar los cultivos, tiene un precio más elevado e inviable, y porque es imposible técnicamente llevar ese agua a determinadas cotas.
Ximo Puig apuesta por seguir dialogando para encontrar soluciones
El presidente valenciano, Ximo Puig, teme que la decisión del Gobierno tenga coste electoral para él en las próximas elecciones de mayo y apuesta por seguir dialogando para buscar soluciones.
El gobierno de la Comunidad Valenciana ha acogido con "moderada satisfacción" los cambios hidrológicos, pero Puig advierte que, "en aquellos puntos que no se ajusten a la posición del Consell en defensa del trasvase y de los regantes", tomará medidas, incluso legales.
Page, pletórico por el trasvase que acaba con la "humillación" del Tajo
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha celebrado que el Tajo tenga caudal mínimo: "hoy empieza a cambiar de color y tendencia la humillación del Tajo, de las tierras que baña y de su población. Este acuerdo es la ejecución consensuada de las sentencias que han costado años de esfuerzo y perseverancia".
Hoy empieza a cambiar de color y tendencia la humillación del Tajo
Además, Page ha insistido en que "que el Tribunal Supremo terminada obligando a fijar un mínimo en el río, no significa, bajo ningún concepto, que el mínimo se convierta en el máximo".
Finalmente, en Andalucía, Juanma Moreno asegura que el recorte del trasvase es un disparate y pide al Gobierno dar marcha atrás.
