Vestida con botas altas para poder pisar el barro que inunda las calles, la reina Letizia ha visitado este martes el escenario de devastación que persiste en una de las zonas del norte de Honduras un mes después del paso de las tormentas tropicales Eta e Iota.
Doña Letizia ha estado acompañada por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y la primera dama, Ana García, a los que entregó de forma simbólica de la ayuda de 120 toneladas de material de emergencia donado por España.
Además de las botas se puso el característico chaleco rojo de la cooperación española para adentrarse en una escuela destruida, el colegio de la Colonia Flores de Oriente de La Lima, uno de los 534 que han quedado derruidos en todo Honduras. Allí habló con algunos alumnos a los que expresó su esperanza porque en febrero puedan volver a las clases.
De allí se trasladó a Instituto Patria, cuyas aulas se han reconvertido en albergue para cerca de 150 familias que esta semana recibieron colchones para dejar de
dormir en el suelo. Debido a la presencia del covid, hay enfermeros haciendo pruebas para evitar que haya contagios, aunque en este momento, no es su principal preocupación.
Por último la reina completó su visita a Honduras con un almuerzo con el presidente hondureño y su esposa en San Pedro de Sula.