Hace apenas un año, el relator salía a escena con polémica cuando Carmen Calvo propuso la presencia de una persona que tomase nota de lo tratado en la mesa de diálogo existente entre el Ejecutivo y el Govern catalán.
Un año y cuatro días después, la figura del relator sale a escena e incomoda de nuevo al Gobierno con una mesa de negociación sobre Cataluña programada para este mismo mes de febrero. Y es que Quim Torra defiende la presencia de un mediador en las negociaciones, una condición de la que ERC ya se ha desmarcado.
La vicepresidenta Calvo lo definía como "alguien que pueda tomar nota, que pueda convocar y coordinar", una figura que ayudase en unas complicadas negociaciones.
Surgió entonces un debate en la opinión pública. Mientras muchos lo calificaban como un "mediador" y criticaban la imagen de cara a los demás países como un conflicto "internacional", algunos dirigentes del PSOE hicieron declaraciones públicas en las que rechazaban la figura de un relator.
Algunos barones como Emiliano García-Page fueron especialmente críticos: "Lo del relator me deja muy perplejo, si se trata de tener un testigo que lo hagan en el Parlamento", afirmó en una entrevista en Más de uno.
Felipe González también mostró su rechazo: "No necesitamos relatores ni mesas de partidos decididas por un Ejecutivo que no permite funcionar al Parlamento".
El PSOE apartó a Soraya Rodríguez de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa tras criticar la idea del Gobierno en Más de uno. La diputada socialista aseguró que era un "error" incluir a un relator en la mesa de diálogo con los independentistas.
Con el tiempo, la figura del relator se diluyó, hasta que Calvo desveló que la vía del diálogo quedaba "encallada" tras el rechazo de los independentistas al camino seguido por el Gobierno: "Hasta aquí hemos llegado. Hemos hecho todo lo posible".
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