Los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, han sido exhumados hoy de la basílica del Valle de los Caídos, justo cuando se cumplen 120 años de su nacimiento, el 24 de abril de 1903.
Exhumación discreta, íntima y sin prensa
La operación para trasladar a Primo de Rivera de su emplazamiento en el altar mayor de la basílica -donde se encontraba junto a la tumba de Francisco Franco hasta su exhumación en octubre del 2019- ha sido diseñada con la máxima discreción.
Hoy únicamente han estado presentes unas 80 personas de su familia, los operarios encargados de retirar la losa de granito de 3.500 kilos que cubre su sepultura y los empleados de la funeraria encargados del traslado.
El trasiego de vehículos ha sido continuo desde primera hora de la mañana en la puerta de acceso al recinto, que está custodiada por agentes de la Guardia Civil y donde se encuentran más de una treintena de periodistas. Por el momento no se ha registrado la presencia de manifestantes.
Sus restos serán trasladados al cementerio de San Isidro
A partir de las 05:30 de la mañana se han iniciado los trabajos que han acabado con la extracción del féretro de Primo de Rivera alrededor de las 9 de la mañana.
A continuación, el prior de la abadía benedictina del Valle, Santiago Cantera, ha realizado un responso antes del tralado del féretro hasta el madrileño cementerio de San Isidro. Este ha sido el lugar elegido por la familia porque allí se encuentran enterrados otros familiares, como sus hermanos Pilar y Miguel Primo de Rivera.
Los restos del fundador de la Falange descansan en el altar de la basílica del Valle de los Caídos desde el 1 de abril de 1959, cuando se celebró un entierro multitudinario organizado por el régimen franquista coincidiendo con la inauguración del mausoleo.
Resignificar el Valle de los Caídos para cumplir con la Memoria Democrática
La exhumación cumple con lo establecido en la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022, que impide la presencia de restos mortales en ningún lugar "preeminente" del recinto, como es el caso de Primo de Rivera y como sucedía hasta 2019 con el dictador Francisco Franco, también enterrado junto al altar mayor en el año 1975.
Franco fue trasladado al cementerio de El Pardo el 24 de octubre de 2019 por decisión del Gobierno, en lo que fue el primer paso de cara a la completa "resignificación" del enclave construido tras la Guerra Civil gracias a la esclavización de millares de presos republicanos.
La familia de Primo de Rivera elijió su exhumación
Esta vez han sido los familiares de Primo de Rivera quienes solicitaron la exhumación sin esperar a que el Gobierno ejecutara el cambio de ubicación en aplicación de la nueva norma.
Tras la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, todas las criptas adyacentes a la basílica -donde se calcula que hay enterrados los restos de más de 33.000 combatientes de la Guerra Civil- tienen carácter de cementerio civil.
La voluntad de Primo de Rivera era ser enterrado en un cementerio sagrado y de acuerdo con el rito católico, por lo que sus descendientes han preferido trasladarle hasta el cementerio de San Isidro.
