El retraso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los abucheos que ha recibido por parte de la ciudadanía han marcado este miércoles el desfile del 12 de octubre, que ha recuperado esplendor tras la pandemia y ha recibido el calor de miles de ciudadanos en su recorrido por el centro de Madrid.
Sánchez ha intentado hacer coincidir su llegada con la de los Reyes y así evitar los pitos de los congregados, como hizo el año pasado. Sin embargo, el coche de los Reyes ha llegado antes que él a la plaza de Lima y los monarcas han tenido que retrasar unos segundos su bajada del vehículo hasta que Sánchez se ha sumado a la comitiva de recepción.
Aún así, el jefe del Ejecutivo no ha podido evitar los pitos de descontento de una parte del público, que ha coreado sonados gritos en su contra y pedido su dimisión tanto al inicio de los actos como una vez finalizados.
Este año, el desfile ha recuperado esplendor tras las restricciones impuestas por la pandemia y miles de ciudadanos han inundado el paseo de la Castellana desde primera hora del día arropados por banderas de España. En total han participado en la parada militar más de 4.000 militares, 150 vehículos y 84 aeronaves.
Al desfile acude el Gobierno --han faltado las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera; la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra; la de Industria, Reyes Maroto; y el de Universidades, Joan Subirats--.
También, representantes de las principales instituciones del Estado --con la sonada ausencia del expresidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes--. A él se han sumado una parte de los vocales conservadores del CGPJ, que denuncian retraso por parte de Defensa en el envío de las invitaciones y por tanto no han acudido al desfile pero sí a la posterior recepción en el Palacio Real.
También han ocupado las tribunas líderes de los partidos políticos, que han tenido oportunidad de intercambiar algunas palabras antes del inicio del desfile. Se ha podido ver hablando por ejemplo a los líderes del PP y de Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal; o al presidente de los 'populares' con el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.
Quienes tampoco se han querido perder el desfile han sido los operarios que trabajan en las obras del estadio Santiago Bernabeu, que desde arriba del campo de fútbol han gozado de unas vistas privilegiadas para seguir toda la parada militar.
Salto paracaidista
A su llegada, los Reyes han sido recibidos por el presidente, la ministra de Defensa, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida.
Los monarcas han recibido después honores militares y Felipe VI ha pasado revista a las tropas, tras lo que ha saludado a las autoridades. Después ha tenido lugar el tradicional salto paracaidista con la bandera de España y tras ello el izado de la bandera y acto de homenaje a los caídos por España.
Le han seguido los desfiles aéreo y terrestre de Unidades del Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire, Guardia Civil, Unidad Militar de Emergencias, Guardia Real, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y diversos organismos de Seguridad, Protección Civil y Emergencias.
Este año han tenido un hueco especial los servicios de emergencias, con presencia de los distintos organismos implicados en la respuesta a la erupción del volcán de La Palma.
Bandera de España en el cielo
En el desfile aéreo una de las estrellas es la Patrulla Águila, la patrulla acrobática del Ejército del Aire y del Espacio. En esta ocasión, la patrulla ha extremado las precauciones para evitar fallos en los colores del humo con los que pinta en el cielo la bandera de España.
Pero además, por primera vez ha volado con un combustible coprocesado que es más limpio. Se trata del resultado de una colaboración entre Repsol, TIS, Airbus y el Ejército del Aire para que en el año 2050 todos los combustibles de las aeronaves sean limpios.