Felipe VI ha iniciado su discurso de Nochebuena con un mensaje de "ánimo y afecto" a aquellos "hogares donde hay un vacío imposible de llenar por el fallecimiento" de seres queridos.
Tras todas las noticias polémicas que han girado en torno a su padre, el rey emérito don Juan Carlos, crecían las especulaciones sobre si se referiría a este en su discurso. Y así ha sido, Felipe VI ha abarcado lo más sensible de su intervención. Eso sí, no con una alusión directa. El rey ha destacado que "junto a nuestros principios democráticos y el cumplimiento de las leyes, necesitamos preservar los valores éticos de nuestra sociedad". Ha insistido en que estos valores "están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares".
El Rey asevera que los valores constituciones siguen vigentes y que la Carta Magna garantiza "nuestra forma de entender la vida" en un tiempo marcado por la pandemia de COVID-19, que ha traído "consecuencias económicas y sociales que provocan incertidumbre". Felipe VI ha querido dejar claro que él es un rey "para todos".
No han faltado en el discurso del rey palabras de agradecimiento a los sanitarios, que han hecho frente a los "embates" del virus y al "desbordamiento" de los hospitales. También se ha referido el rey a otros colectivo especialmente en riesgo por la pandemia y ha querido mostrar su comprensión por la angustia y la tristeza que provoca la mala situación económica. Ha hecho hincapié en los jóvenes y ha asegurado que España no puede permitirse una "generación perdida".
El rey ha querido transmitir un mensaje final de esperanza, y junto a una fotografía en la que aparece con la princesa de Asturias, el día en que rindieron homenaje a las víctimas de la pandemia, ha asegurado que "España no es un país que se rinda". "Con esfuerzo, unión y solidaridad, España saldrá adelante", ha dicho el jefe del Estado, para sentenciar su discurso con el deseo de que 2021 se aun año "lleno de esperanza".