Rivera acude a la cita con Rajoy exigiendo que se mantenga el artículo 155 en Cataluña
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, acudirá este jueves a la reunión que tiene con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con la exigencia de que "rectifique" y mantenga el 155 en Cataluña.
Será la primera vez que vuelvan a verse desde el pasado 28 de diciembre cuando se reunieron para hablar de los resultados de las elecciones catalanas, aunque después conversaron por teléfono en dos ocasiones, una el 8 de enero, también sobre la crisis catalana, y otra, en marzo, de los Presupuestos, justo antes de que el Consejo de Ministros aprobara el proyecto de las cuentas públicas.
Pero no han vuelto a tocar el tema de Cataluña en los últimos cuatro meses, según ha reprochado estos días Rivera a Rajoy, escenificando un distanciamiento que culminó la semana pasada cuando el presidente del partido naranja dio por roto el acuerdo sobre el apoyo de Cs a la aplicación del 155.
Un apoyo que le retiró, como justificó Rivera, por no recurrir el voto delegado de Carles Puigdemont y Antoni Comín, posibilitando de este modo la investidura de Torra, y no vigilar de cerca a los secesionistas.
No obstante, dos días después, Rivera pidió al PP y al PSOE seguir "juntos" para continuar aplicando el 155 hasta que hubiera una declaración "explícita" de Joaquim Torra -que mañana será investido presidente de la Generalitat- respetando el marco legal.
Con esta idea se presentará Rivera a las 9,30 en el Palacio de la Moncloa e insistirá a Rajoy en que lo que hay que decidir ahora es cómo, cuándo y sobre qué competencias aplicar la Constitución en Cataluña.
Según dijo, no le basta con el compromiso de Rajoy y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de reactivar el 155 si se creaban estructuras políticas paralelas o se producía una quiebra institucional, como pactaron en el encuentro que tuvieron ellos ayer.
Quiere una vuelta de tuerca y que Rajoy no levante el pie del 155 pese a que el acuerdo votado en el Senado establece que su aplicación decae en el mismo momento en que tome posesión un gobierno salido de las elecciones.
Aunque podría activarse de nuevo, habría que pasar otra vez por toda la tramitación que fija la ley.