El ministro de Sanidad y candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, ha afirmado que permanecerá al frente del Ministerio hasta dos semanas antes de las elecciones catalanas previstas para el 14 de febrero: "Dejaré de ser ministro cuando empiece la campaña electoral".
En una entrevista en 'La Vanguardia' este domingo, ha sostenido que se presenta para "ofrecer un gobierno que trabaje para el reencuentro en Catalunya, para mejorar la convivencia", y ha destacado que abandonará Sanidad con la campaña de vacunación de Covid-19 ya en marcha.
Ha asegurado que la decisión sobre su candidatura no se tomó hasta el último momento: "Iceta ha hecho un acto de generosidad poco habitual en política. Él renuncia a lo que quería y yo asumo una responsabilidad a la que no aspiraba".
Posibles pactos
Ha explicado que el lema del PSC para la campaña, 'Vuelve Catalunya', evoca a la comunidad autónoma "puntera en avances sociales, económicos, que tenía ambición, cohesión social, excelente en sanidad", lo que considera que ha faltado en los últimos diez años.
En ese sentido, ha lamentado textualmente que haya muchas formaciones más empeñadas en reivindicar que tenían razón hace diez años que en reivindicar una década nueva: "Además, todos tenemos parte de responsabilidad en lo que ha pasado en Catalunya. Todos nos hemos equivocado".
Sobre los pactos tras las elecciones, ha dicho que por parte de los socialistas "no hay posibilidad de formar gobierno con ERC, pero eso no significa que no se pueda llegar a pactos", y que lo que le parece más razonable, en sus palabras, es un gobierno con los comuns.
"Yo aspiro a liderar el reencuentro. No va a haber un gobierno del PSC con ERC ni apoyo a ningún gobierno liderado por nadie que defienda la independencia", ha afirmado.
Evolución de la pandemia
Según los cálculos del Ministerio de Sanidad, en verano habrá en España "un 70% de inmunizados" frente al Covid-19 y se podrá pensar en otros escenarios que no obliguen, en todo caso, a llevar la mascarilla.
Sobre la vacuna, ha defendido "llevar un registro único para saber a quién se le ha administrado, cuándo y dónde", pero ha rechazado que haberla recibido se pueda fijar como requisito general para acceder a un puesto de trabajo, lo que sin embargo sí puede plantearse en determinados ámbitos, como residencias y en el sector sanitario, ha dicho.