Sánchez ha hecho un llamamiento a Torra para que condene la "violencia" en Cataluña: "Tanto él como los miembros de su Gobierno tienen el deber político, moral de condenar sin excusas y sin paliativos, con máxima claridad, el uso de la violencia en Cataluña".
El presidente del Gobierno en funciones asegura que el Gobierno contempla "todos los escenarios" de respuesta, y apela a la "firmeza, proporcionalidad y unidad de acción" para garantizar el "orden constitucional" en Cataluña. "La moderación es otra forma de fortaleza", ha añadido Sánchez.
También ha querido dejar claro que el Gobierno respeta, ampara y defiende el derecho a manifestarse pacíficamente de quienes discrepan de la sentencia del Tribunal Supremo y quieren expresar su protesta en las calles. Sin embargo, añadió, "no hay causas, no hay razones, no hay ideales que amparen o justfiquen el uso de la violencia" en una democracia como la española, "que ha conquistado la libertad tras un esfuerzo largo y doloroso".
Sánchez dijo después que ningún gobernante "puede esconder su fracaso tras cortinas de humo y de fuego". El jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que se superarán los episodios de violencia y de que "más pronto que tarde se restablecerá la tranquilidad y la convivencia" en Cataluña.