Desplantes, ataques, recriminaciones, críticas… De todo menos positivo. Así es el tipo de relación política que mantienen la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A estas alturas, huelga decir que el trato entre ambos no es especialmente agradable, prueba de ello son todos los enfrentamientos que han tenido en los últimos años.
Una tensión en el seno de negociaciones que se ha ido incrementando a lo largo del tiempo en terreno político, sobre todo después de que Isabel Díaz Ayuso rechazase reunirse con Sánchez en La Moncloa el pasado 25 de octubre. Algo que sí han hecho sus homólogos del Partido Popular en previas ocasiones y que alcanzó el punto más extremo entre Sol y Moncloa.
Según apuntó en su momento, para Ayuso estas reuniones bilaterales, que se produjeron en el seno de la negociación de la fiscalidad de Cataluña, van "contra los intereses de España y, por tanto, de Madrid de manera directa". Entonces, espetó: "Les puedo asegurar a los ciudadanos que si yo supiera que esto sirve para algo, no dudaría en hacerlo".
Pero el encuentro entre ambos ha llegado: inevitable, fugaz y obligado por el protocolo después tres años de duros enfrentamientos y tras largo tiempo sin compartir espacio. Ha sido en el seno de la Conferencia de Presidentes que se celebra este viernes en el Palacio de la Magdalena de Santander. El apretón de manos ha sido escueto y apenas ha durado unos segundos; y, realmente, no ha sido distinto al del resto de sus homólogos, pero las rencillas del pasado han hecho de este breve encuentro uno de los más fotografiados.
La francosfera
Ambos dirigentes se han visto las caras después de que la mandataria autonómica haya acusado al Gobierno de ser una ‘francosfera’. Estas palabras se produjeron después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez anunciase la celebración de un centenar de actos oficiales durante 2025 para conmemorar los 50 años del fallecimiento de Francisco Franco y exaltar la libertad de España.
“Lo último que tenemos es ver cómo la ‘francosfera’ nos va a preparar el año 2025. Después de la cobardía del presidente para largarse de Paiporta, la misma que le impidió estar con 400 familiares en Valencia, resulta que lo liberal es defender la democracia”, anunció Ayuso durante la sesión de control en la Cámara regional de este jueves.
Según la dirigente, el presidente del Gobierno habría declarado “la guerra a una parte de los españoles” y sostuvo que sin Franco “no es nada”.
Tiempos pandémicos
Hemos de situarnos en pleno Covid-19 para entender la relación actual entre Ayuso y Sánchez. Entonces, no fueron pocos los choques que ambos dirigentes tuvieron, tanto en materia de desescalada; tanto fue así, que el plan aplicado por el Gobierno de la CAM terminó en los tribunales.
El sonado "delincuente confeso"
Desde este punto, la relación entre ambos no ha dejado de subir de tono. De hecho, otro de los episodios más sonados fue el momento en el que Sánchez calificó como "delincuente confeso" a la pareja de Díaz Ayuso en rueda de prensa desde Bruselas. Ahí, en el caso que rodea al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, Sánchez se refirió a Alberto González Amador (novio de Ayuso) como "delincuente confeso", pidiendo la dimisión de la presidenta madrileña.
"El origen de todo esto es que el jefe de gabinete de la presidenta propaga un bulo para situar la mentira de un delincuente del lado de la Fiscalía General del Estado", espetó el presidente.
Gobierno "mafioso" y "me gusta la fruta"
Ante estas palabras hacia su pareja, Ayuso no dudó en arremeter duramente contra el presidente del Gobierno, acusando al Ejecutivo de utilizar "todos los poderes del Estado" contra González Amador.
Ese mismo día, Ayuso tildó al Gobierno de Pedro Sánchez y al PSOE como "unos mafiosos y estalinistas trabajando contra el adversario, algo que aquí jamás haríamos con sus familiares".
Meses antes de estas declaraciones, en la primera sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez, este afeó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que su predecesor en el cargo alertase "sobre un posible caso de corrupción por parte de la presidenta de la Comunidad" y que su respuesta fuese "evacuar al señor (Pablo) Casado en un golpe de mano y echar por tierra ese caso de corrupción".
Ante estas declaraciones, Ayuso, que se encontraba sentada en la tribuna, al escucharlo reaccionó con palabras que varios diputados del PSOE reprodujeron como un insulto (hijo de puta) a Sánchez.
Sin embargo, Díaz Ayuso respondió a estas acusaciones alegando que ella dijo “me gusta la fruta”. "La señora (Mónica) García hace poco dijo mongola, y yo no dije nada porque pensé, he entendido qué dijo me mola. El señor (Javier) Padilla hace poco dijo facha, me llamó pacha, y yo entendí, qué pacha. Yo entendí eso, pero qué tal con el señor Óscar Puente, que ayer estuvo sentado a su lado toda la jornada, por qué no aprovechó para dar ejemplo y decirle: deje de insultar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, cuando dice que es una mujer con dudoso equilibrio mental", añadió entonces.