El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, juzgó este miércoles "inaceptable e inexplicable" que la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, haya vetado al rey Felipe VI de su toma de posesión, organizada para el próximo lunes, y lamentó esta "polémica" entre dos países a los que "nos unen muchas cosas".
Sánchez hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, donde asiste a su Asamblea General y donde recalcó que España y México son "pueblos hermanos" y por eso no entiende que la presidenta electa de aquel país haya vetado la presencia de Felipe VI.
El jefe del Ejecutivo recordó que el actual jefe del Estado ha asistido a todas las tomas de posesión de mandatarios iberoamericanos desde que asumió el cargo en 2014 e incluso previamente cuando era príncipe y heredero del trono.
"Nos parece absolutamente inaceptable que se excluya la presencia de nuestro jefe de Estado", recalcó Sánchez, quien indicó que a modo de protesta ningún representante español acudirá a la toma de posesión de Sheinbaum en México. "No podemos aceptar esa exclusión y por eso hemos manifestado a México la ausencia de cualquier representación en señal de protesta".
Sánchez insistió en varias ocasiones en que la exclusión del rey Felipe VI es "inaceptable e inexplicable" y manifestó la "enorme tristeza" que le provoca que se produzca este incidente diplomático entre "dos países hermanos".
El presidente del Gobierno insistió en que su labor es "defender y proteger a nuestras instituciones y no aceptar algo inexplicable", más aún a la vista del "grado de relación que tiene España con México" y viceversa.
Finalmente, Sánchez reconoció que este asunto le genera "frustración" por el hecho de que los gobiernos de España y de México en la actualidad son "progresistas" y, sin embargo, las conversaciones diplomáticas que ha mantenido no han servido para resolver la situación.