En el Pleno del Congreso

Sánchez acusa a Torra de "mentir" a los catalanes y promete contundencia si incumple la ley

El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado al independentismo catalán y al presidente de la Generalitat, Quim Torra, de recurrir por "desesperación" a las "mentiras" porque no tienen más argumentos, y les ha advertido de que será "firme y contundente" si incumplen la ley.

ondacero.es

Madrid |

Sánchez ha endurecido su discurso ante la actitud de los independentistas en su intervención en el pleno del Congreso en el que ha informado de las perspectivas del Ejecutivo en torno a la situación en Cataluña y en el que ha lamentado especialmente que Torra haya apelado a la "vía eslovena".

"Reivindicar como lo hace el independentismos catalán a la vía kosovar, a la vía eslovena, denota un desconocimiento de la historia, una manipulación inaceptable y la desesperación de quien no tiene ya ningún argumento más que la mentira para sostener sus posiciones políticas".

Sánchez ha recordado que en 1999 trabajó para la ONU en Bosnia-Herzegovina y, por tanto, conoce bien todo lo sucedido en la antigua Yugoslavia.

"Yo lo vi y lo viví", ha recalcado ates de advertir que la única vía posible es la Constitución, el Estatut y el diálogo.

"Todo lo que se sitúe fuera de ello contará con la respuesta firme, pero serena, proporcional y contundente del Estado social y democrático de derecho", ha garantizado antes de considerar que no hace falta gesticular más para dejar clara su determinación.

A lo largo de su intervención ha establecido paralelismos entre los independentistas y el proceso del "brexit" (motivo también de su comparecencia en el Congreso) y ha dicho que ambos caminan con retóricas paralelas.

Cree que en los dos casos se utilizan "agravios inventados y magnificados por la manipulación", pretenden forzar a la población a tomar decisiones excluyentes y culpan a un tercero mientras se obvian las responsabilidades propias.

"En ambos casos se demoniza al que discrepa(...) y se construye una ensoñación que, al chocar con la realidad, genera un enorme caudal de frustración que nadie quiere gestionar", ha añadido.

También cree que tanto en el "brexit" como en la actuación de los independentistas se suceden las "falacias, ilusiones falsas y trampas dialécticas" con la máxima de "cuanto peor, mejor".

Las "mentiras" del "brexit" cree que se han reproducido en el independentismo, ya que ha seguido "el mismo patrón de engaños y de exaltación de las emociones que sus compañeros de viaje británicos y ha conseguido crispar y dividir a la sociedad catalana y a la española".

Entre esas mentiras ha citado el anuncio de que la comunidad internacional iba a reconocer la independencia de Cataluña, el uso de unas balanzas fiscales "falsas" o la supuesta llegada de inversiones extranjeras.

"Su discurso ha consistido en inflar las ventajas de esa independencia y en ocultar el sufrimiento de los catalanes", ha añadido antes de reiterar que el independentismo "se construye sobre mentiras para dividir y con la complicidad de medios sin escrúpulos para extender falsedades".

El presidente del Gobierno ha reprochado también la "retórica inflamatoria inaceptable" que se ha escuchado en los últimos días a algunos dirigentes independentistas y sus "mensajes gruesos combinados con una dejación de funciones del Govern que no son admisibles".

Ante ello, ha reiterado que el Gobierno no aceptará que haya esa dejación de funciones en relación con los Mossos d'Esquadra y ha recordado que tras la "injustificable inacción" de los cargos políticos ante los sucesos del fin de semana se han enviado cartas al Govern para que cumpla con sus obligaciones o, de lo contrario, se movilizarán fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Sánchez ha ratificado que, pese a las "amenazas", habrá Consejo de Ministros en Barcelona el 21 de diciembre y ha avanzado que en esa reunión se aprobará el decreto de subida del salario mínimo a 900 euros.

Tras hacer un elogio del autogobierno y advertir del "error histórico" de las derechas de defender el centralismo por mero "oportunismo", ha reiterado su idea de que en Cataluña el problema no es la independencia, sino la convivencia, y ha subrayado que a su Gobierno se le va a encontrar siempre en el espacio de la moderación.

Frente a ello, ha dicho, "nada mejor que un referéndum para partir en dos a una sociedad" y ha recalcado que el independentismo no cuenta con mayoría social.

Para él, la solución exige "tiempo, diálogo y lealtad" y, por ello, ha pedido a los partidos catalanes, y en especial a los independentistas, forjar un nuevo acuerdo dentro de la Constitución que represente a los tres quintos del Parlament que se requieren para reformar el Estatut.

En su alusión a la lealtad ha pedido al líder del PP, Pablo Casado, y al de Ciudadanos, Albert Rivera, que tengan al menos la misma que él tuvo con el Gobierno de Mariano Rajoy, y ha demandado que exista también entre administraciones.