El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece este miércoles 26 de marzo en el Congreso de los Diputados para explicar la posición del Ejecutivo en pleno debate sobre el rearme en Europa y la necesidad de acelerar el gasto en defensa con el socio minoritario de coalición, Sumar, y otros aliados posicionados en contra.
Sánchez ya ha dejado claro que tiene la intención de incrementar la inversión en seguridad y alcanzar el objetivo pactado con la OTAN antes de lo previsto. En otras palabras, pretende llegar al 2% del PIB antes de 2029. No obstante, todavía debe explicar cómo piensa hacerlo, en qué plazos y cómo va a sortear la falta de apoyos entre la mayoría que hizo posible su investidura.
Unas discrepancias internas que se hicieron visibles la semana pasada, cuando Sumar se distanció del PSOE y votó en contra de aumentar el gasto militar, del plan de rearme propuesto por la Comisión Europea e incluso apoyó que España salga de la OTAN. Otros socios habituales del Gobierno, como ERC y en especial Podemos, también han dejado claro su rechazo.
Todavía no hay detalles de los planes del Gobierno para acelerar estas inversiones y tampoco está previsto que los ofrezca este miércoles, según dijo el propio Sánchez. De hecho, no espera aportar información detallada sobre cuánto más hay que gastar y a qué ritmo hasta la cumbre de la OTAN del mes de junio. Eso sí, ya ha deslizado que no tiene intención de someter a votación del Congreso el incremento del gasto, mientras que la oposición exige que lo haga y denuncia que comprometa miles de millones de euros sin el visto bueno del Parlamento y sin aprobar nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE).
En busca del mayor apoyo político
Por tanto, el presidente acudirá a la Cámara Baja a informar a los Grupos Parlamentarios después de los recientes cambios geopolíticos que han provocado un giro en el devenir de la guerra en Ucrania y afectan de lleno a la seguridad del continente europeo.
El objetivo no es otro que conseguir el mayor apoyo político para seguir negociando el compromiso internacional de España en materia de defensa y seguridad. El jefe del Ejecutivo pretende ampliar la definición de gasto militar para poder incluir otras partidas, como la ciberseguridad y la protección de las fronteras, entre otros.
Respecto a los fondos, Sánchez seguirá exponiendo en el Congreso que su intención es que Europa compre su propuesta de sufragar parte de este plan con ayudas "a fondo perdido", dentro del nuevo fondo de defensa de 150.000 millones de euros que planteó la presidenta de la Comisión y que, de momento, solo incluye préstamos a devolver, que engordan la deuda pública. Sin embargo, en la reunión que los 27 mantuvieron el pasado jueves, tampoco se incluyó esta idea en el plan que expuso Von der Leyen.
De hecho, ya hay países que se han opuesto a la idea de Sánchez en esta materia, como el primer ministro holandés, Dick Schoof, quien aseguró, en una rueda de prensa en Bruselas, que "nos oponemos a los eurobonos porque la sostenibilidad de la deuda es importante, debe haber equilibrio financiero y la solidez financiera es importante".
Un planteamiento todavía en discusión, ya que, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, sí se puso de parte de Sánchez pidiendo "facilidades" para "el endeudamiento conjunto" que ofrezca ayudas a los Estados, como se hizo con la pandemia de la covid-19.