En una carta enviada a la militancia del PSOE, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defiende, tres días después de la salida del rey emérito de España, que "todo responsable público debe rendir cuentas de su conducta".
Sánchez repite en su misiva que "nadie puede sustraerse a la transparencia de los medios informativos ni a la acción de los Tribunales. Insiste en que "una conducta irregular compromete a su responsable, no a la institución". Y este principio, señala, afecta a los agentes sociales, a los partidos, a los gobiernos autonómicos y al propio gobierno de la nación: "No se juzga a las instituciones, se juzga a las personas".
Dice que España necesita "instituciones robustas", dotadas "de la fuerza que procede de la ejemplaridad" y por eso deja claro que todo responsable público debe rendir cuentas de su conducta "y así sucederá sin excepciones" al referirse a Juan Carlos I, cuyo paradero sigue sin conocerse.
Además, subraya que el PSOE "se siente plenamente comprometido con el pacto constitucional en todos sus términos y extremos", al asegurar que la Constitución "no fue una cesión ni una concesión" y advirtiendo a las bases que el peor error que pueden cometer "es regalar a los conservadores la exclusividad del legado constitucional".
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