El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que quienes acusaron "sin pruebas" al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, deberían ofrecerle una disculpa una vez que la Guardia Civil no ha encontrado mensajes en su dispositivo que prueben que llevó a cabo una filtración sobre el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
"¿Quién va a pedir perdón al fiscal general del Estado, quién lo va a hacer", ha cuestionado Sánchez, recriminando que mucha gente pidiera su dimisión "sin pruebas, con falsas acusaciones, con bulos y desinformación".
"Y ahora estamos viendo que, en el informe de la Guardia Civil, lo que se comprueba es que no hay ningún mensaje", ha seguido el presidente, que ha desdeñado la posibilidad de que fuesen borrados, a pesar de que la Guardia Civil señala que encontró "cero mensajes" en el dispositivo de García Ortiz en los días clave de la filtración, pero sí los encontró en el móvil de la otra imputada.
"Ahora dicen, no, es que los mensajes se borraron. Pero, por favor, elevemos un poco el debate público y exijamos a aquellos que han acusado sin pruebas, que ahora mismo se están comprobando que no existían pruebas, que pidan disculpas y que asuman su responsabilidad", ha seguido el jefe del Ejecutivo.
Sánchez obvia el borrado de mensajes que reconoce la Fiscalía
La Fiscalía ha reconocido que los mensajes en el móvil del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, fueron eliminados por motivos de seguridad. Esta práctica se basa en una instrucción interna destinada a proteger información sensible en caso de pérdida o robo de los dispositivos de los fiscales, según han confirmado fuentes fiscales a Onda Cero.
Esta eliminación no la llevan a cabo los servicios informáticos de la Fiscalía, sino cada usuario de forma individual. En otras palabras, cada fiscal decide cuándo borrar manualmente mensajes o configurar el dispositivo para que lo haga automáticamente. Este procedimiento busca evitar la acumulación excesiva de mensajes o la permanencia de información que ya no es útil. Lo que no indica el informe es la fecha en la que se produjo el borrado, que puede ser clave en la investigación.