El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este lunes que su mujer, Begoña Gómez, fue la primera que le pidió que no dimitiera durante los cinco días de reflexión que se ha dado para decidir si seguía o no en el cargo, algo que cree que necesitaban tanto él como los ciudadanos.
Sánchez ha hecho esta consideración en una entrevista en Televisión Española horas después de desvelar que se mantenía al frente del Ejecutivo tras analizar si merecía la pena seguir en su cargo ante la campaña de "acoso y derribo" que afirma que la derecha y ultraderecha política y mediática están impulsando contra él y contra su esposa, Begoña Gómez.
Según ha explicado, su mujer, que no tuvo conocimiento de su periodo de reflexión hasta que publicó su carta a la ciudadanía en las redes sociales, ha asegurado que le dijo desde el primer momento que no dimitiera.
"Ella fue la primera que me dijo que no dimitiera", ha recalcado antes de señalar que el miércoles no tenía decidido renunciar pero sí estuvo presente esa posibilidad después.
Las movilizaciones, decisivas para quedarse, según Sánchez
Ha subrayado que él necesitaba parar y que los cinco días transcurridos no los olvidará ni personal ni políticamente tras las movilizaciones que ha habido en su favor y en defensa de la democracia.
Esas movilizaciones ha considerado que han servido para abrir un debate necesario como el de qué hacer "contra la mentira, la crispación, la insidia, la difamación y la perversión del debate público".
"Esos cinco días los necesitaba yo y la propia ciudadanía (...) No es un tema que me afecte sólo a mí personalmente; es un tema que afecta a la democracia", ha recalcado antes de señalar que se trata de un debate que ha entrado en los hogares españoles.
Al plantearle si admite alguna autocrítica, ha asumido la de no haber actuado antes frente a este problema.