El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, trasladó este sábado al resto de líderes iberoamericanos que durante su presidencia de la UE en el segundo semestre del año se volcará en la relación entre ambas regiones con una serie de reuniones y acuerdos para fortalecer sus vínculos.
Sánchez tuvo oportunidad de exponer sus previsiones ante esa presidencia en su intervención en el plenario de la XXVIII Cumbre Iberoamericana que se celebró en Santo Domingo y a la que asistió junto a Felipe VI.
Tanto el rey como el jefe del Ejecutivo destacaron la trascendencia de este encuentro en la situación "compleja" que, según señaló el monarca, se vive ante hechos como la guerra de Ucrania y sus consecuencias. A la guerra se refirió el rey para lamentar la "terrible tragedia" provocada por la "agresión injustificable de Rusia" y que afecta a todos.
Sánchez, que intervino después, recordó las palabras previas del rey sobre el momento en el que se celebra la cumbre y dijo que se está en un contexto de "extraordinaria incertidumbre e inestabilidad" tras la pandemia de coronavirus y la "guerra de agresión de Rusia contra Ucrania". "Con sus actos, Putin ha violado los principios más básicos de la convivencia pacífica entre naciones y ha provocado una crisis con un impacto global", añadió.
Tras recalcar que España condena "en los términos más enérgicos" la agresión rusa, insistió en el respaldo a la labor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para lograr una paz justa y duradera.
Las consecuencias de la guerra dijo que aumentan la importancia de reuniones como la que se celebra en Santo Domingo para intentar dar respuesta mediante la acción concertada.
En ese contexto, garantizó que América Latina y el Caribe serán siempre una prioridad para España, como pretende evidenciar durante la presidencia española de la UE. Fortalecer los vínculos aseguró que será uno de sus objetivos de ese periodo, que propiciará una cumbre de líderes europeos y de América Latina y el Caribe en Bruselas en julio que recordó que no se celebra desde 2015.
En ella explicó que se va a intentar fijar un diálogo político regular, estructurado y sistemático entre ambas regiones para abordar juntos los desafíos globales al tiempo que se pondrá en marcha una agenda compartida de inversiones. La presidencia española tendrá también como objetivo avanzar en acuerdos comerciales de la UE con Mercosur, Chile y México.
Sánchez reivindicó la eficacia de las cumbres iberoamericanas, que consideró "una extraordinaria oportunidad para seguir avanzando en la agenda común que contribuya a reforzar el papel de lo iberoamericano en el nuevo concepto global que se está definiendo".
Apostó por seguir trabajando para hacer realidad el lema de la cumbre, una Iberoamérica más justa e inclusiva, y a lo que añadió también más feminista. A ello dijo que deben contribuir las políticas nacionales y la adopción de instrumentos de cooperación que tengan en cuenta sobre todo a los colectivos más vulnerables.
Afirmó que es muy importante aprobar iniciativas como tres que van a ver la luz en esta cumbre: la Carta Medioambiental Iberoamericana, la denominada ruta critica para lograr la seguridad alimentaria y la Carta de Derechos y Principios Digitales.
"Sellan un compromiso de la comunidad iberoamericana con perspectiva humanista tanto en la soberanía alimentaria, como en el ámbito medioambiental y en la transformación digital", aseguró el presidente del Gobierno.
Tras felicitar al presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, por la organización de la cumbre, le trasladó que cuenta con el apoyo de España para escalar a nivel multilateral la crisis que está viviendo Haití.
