Así, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), la A-4 seguía con retenciones a la altura de la localidad madrileña de Aranjuez, si bien esta autovía continuaba congestionada en otros puntos en la provincia de Toledo, en concreto en Seseña, Madridejos y Maqueda. Y ya en la provincia de Ciudad Real, la "procesión" de coches era más numerosa en Valdepeñas.
Mientras, la A-3 hacia las provincias de Valencia y Alicante mantenía retenciones a su paso por Rivas-Vaciamadrid y Villarejo de Salvanés, en tanto que en la provincia de Cuenca esta vía presentaba dificultades en Tarancón. Otras salidas de la capital afectadas por la afluencia de conductores eran la A-1 en San Agustín de Guadalix, la A-2 en Torrejón de Ardoz, la A-5 en Móstoles y la A-6 entre Las Rozas y Torrelodones.
En la provincia de Toledo, la circulación era muy lenta en la A-5 a su paso por los términos municipales de Maqueda y Quismondo; en Guadalajara un accidente por alcance retenía a los coches en Valdenoches; en Segovia en la N-VI en San Rafael, y en Burgos en la A-1 en La Puebla de Arganzón y en Oquillas.
Por su parte, en Barcelona había tráfico lento en la Ronda B-20 hacia el Nudo de Llobregat, y en Sevilla la A-49 entre Huevar y Benacazón hacia la costa onubense. En Cantabria, las A-8 era la carretera con mayores problemas entre las localidades de Ontón e Islares.
La segunda fase del dispositivo especial de Semana Santa se puso en marcha a las tres de la tarde de ayer y concluirá a las doce de la noche del lunes, 2 de abril, festivo en algunas comunidades autónomas. Un periodo en el que se prevén algo más de 9 millones de viajes de los 15,5 millones de todas las vacaciones de Semana Santa, que para muchos comenzaron el Viernes de Dolores.
Precisamente desde ese día y hasta las doce de la noche de ayer, 19 personas han perdido la vida en accidente de tráfico en las vías interurbanas.