La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha declarado que no participó en ninguna estrategia y ha recalcado que se limitó a cumplir con sus obligaciones como presidenta de la Cámara.
"El TC nos pedía una cosa imposible. Cómo se va a convertir la Mesa del Parlament en un órgano censor. Al contrario, la palabra tiene que ser libre", ha dicho.
La expresidenta del Parlament se refugia en un supuesto cambio de jurisprudencia -que ella no acató- cuando dio vía libre a votar las leyes de la desconexión sin examinar su constitucionalidad.
Actuó como actuó porque la "Mesa defiende la soberanía del Parlament, la libertad de expresión y la inviolabilidad parlamentaria".
Por lo demás, ella se remitió a cumplir su papel: "yo no participé ni dirigí ninguna estrategia. Me limité a cumplir con mi cargo como presidenta del Parlament y además creo que no es necesario ser jurista para ser presidenta del Parlament".
Nunca estuvo "en nuestra voluntad desoír al TC, pero este tribunal está politizado".
Por su parte, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha respondido a las preguntas del fiscal en el Tribunal Supremo en una nueva jornada del juicio del 'procés'.
Cuixart, que se ha presentado como un "preso político", está tratando de argumentar que hasta que él y su compañero Jordi Sánchez entraron en la cárcel, eran unos desconocidos y que ninguna de sus manifestaciones fue "violenta".
Además, ha afirmado que "nadie tenga duda de que seguiremos movilizando a la gente en defensa de los derechos fundamentales".
De todas formas, le ha quitado hierro a su relevancia en la sociedad catalana y ha dicho que 'los Jordis' no pintaban nada hasta que fueron a la cárcel.
"Éramos unos perfectos desconocidos hasta que ustedes nos han puesto en prisión. Entonces, nosotros nos hemos convertido en unos referentes de la sociedad catalana más allá del independentismo", ha dicho.
Entre el dilema entre acatar la suspensión del referéndum decretada o ejercer sus derechos fundamentales, Jordi Cuixart defiende lo que viene siendo una máxima de este juicio: "nunca vamos a renunciar a ese ejercicio".
El líder de Ómnium defiende que, aunque le quitó hierro en su declaración ante Llarena -porque su prioridad era salir de prisión- ahora sus prioridades pasan por denunciar la falta de libertades y seguir haciéndolo.
"Lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo, que a nadie le quede ninguna duda. Seguiremos haciendo en este ejercicio de derechos fundamentales en el cual hay la libertad de expresión y el derecho a reunión y manifestación. Lo seguiremos haciendo, pase lo que pase", ha dicho.
Declaración plagada de este tipo de alegatos reivindicativos, fuera cual fuera la pregunta. Hoy, ambos -acusado y fiscal- han sido llamados reiteradamente a centrar el tema por parte del presidente Marchena.