Durante su comparecencia en la comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis financiera y el rescate bancario, Solbes ha afirmado que no fueron capaces "de detectar la fuerte recesión española en 2009" y que las finanzas públicas "hubieran podido estar aún más saneadas".
Solbes que fue vicepresidente y ministro de Economía de 2004 a 2009 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha reconocido que la vivienda fue prioritaria en este mandato, hasta el punto de que se creó un Ministerio de Vivienda. "Los precios seguían subiendo a pesar de una construcción desmesurada que iniciaba cada año con muchas más viviendas que las que se necesitaban", ha recordado.
No obstante, ha indicado que el ministerio se centró fundamentalmente en la solución del problema de aquellos que tenían mayores dificultades para el acceso a la vivienda, aunque no se adoptaron medidas suficientes, ya que ha afirmado que el crédito de vivienda siguió siendo preferencia para los bancos. "La limitación a prácticamente la mitad de la ayuda para la compra de vivienda o mis criticas sobre lo inadecuado de las hipotecas a 40 años, todo caía en saco roto".
El crédito en vivienda siguió siendo la preferencia del sector financiero a pesar de los claros desajustes. Era más importante mejorar su posición frente a los competidores, en definitiva que la fiesta no terminara", ha dicho. Solbes ha explicado que la situación de tensión económica coincidió con la convocatoria electoral para marzo de 2008 y ha dicho que en ese momento el Gobierno era consciente de una desaceleración de la economía, pero no de la caída que se produjo en el segundo semestre consecuencia del impacto de la quiebra de Lehman Brothers.
El exministro ha reconocido que lo "más deseable" para haber reducido el impacto de la crisis hubiera sido una política fiscal más restrictiva. "Se intentó en parte, con resultados insuficientes", ha dicho, al tiempo que ha señalado que se pasó de un superávit del 2 % del PIB en 2008 a un déficit del 11 % en 2009 y que con "esas cifras la decisión de minimizar recursos públicos para hacer frente a la intervención de los bancos estaba totalmente justificada".